jueves, 30 de enero de 2014

A PROPUESTA DE YOLANDA, ESTE JUEVES ...DEPORTES


    Yo no hago deporte, no sé si por vagancia o recelo, o porque creo que físicamente no estoy convenientemente dotada para practicarlo. Por eso os voy a contar la leyenda del PENTATLON MODERNO, que tal vez algun@s no conozcáis. Espero que sepáis perdonarme este jueves, no literario, pero sí didáctico. Gracias.





                                                 PENTATLON MODERNO
      Cuenta la leyenda del deporte conocido como pentatlón moderno que en el siglo XIX un joven oficial del ejército de caballería francés recibió una importante misión que debería realizar en un plazo breve de tiempo. Se trataba de entregar un mensaje con una información muy valiosa que no debía ser interceptada por las tropas enemigas, pero para lograrlo tendría que atravesar territorio hostil y habría de demostrar su destreza física para que el encargo se realizase con efectividad.

     Para iniciar su cometido se preparó física y mentalmente, ya que era consciente de la dificultad que entrañaba la empresa, pero sabía que podría lograr su encargo concentrándose al máximo en el cumplimiento de su deber. Primero corrió a pie duros y largos kilómetros recorriendo un terreno accidentado en exceso. Cuando logró atravesar las líneas enemigas, se topó frente a frente con un soldado que le cortaba el paso y que le retó desenvainando su espada. Después de una severa lucha, el mensajero salió vencedor del duelo. Tras conseguir un corcel se subió a él y comenzó a recorrer un camino que le fue cortado por el único disparo de un soldado enemigo que le mató el caballo. El oficial continuó con la misión corriendo a pie nuevamente. Cruzó a nado un río caudaloso y de aguas turbulentas antes de entregar finalmente el mensaje que le fuera entregado por sus superiores. De esta forma nació el pentatlón moderno.
     El pentatlón moderno es un deporte que consta de cinco disciplinas, natación, tiro con pistola de aire comprimido, esgrima con espada, salto de obstáculos con caballo y carrera a pie, y que propuso el fundador de los Juegos Olímpicos modernos, el barón Pierre de Coubertin. Supuso que esta competición sería la más completa, como ya ocurría con el pentatlón en los antiguos Juegos Olímpicos que Aristóteles describió con estas palabras: "El deportista más completo, ya que en el cuerpo de los pentatletas la fuerza y la velocidad se combinan con la armonía"..
    En 1912, el pentalón apareció en el programa olímpico. Las pruebas de pentatlón moderno exigen extraordinarias condiciones, las cuales son: resistencia, destreza, concentración, coordinación, fuerza mental y excelente forma física, entre otras.
    Más sobre deportes en el blog de Yolanda: http://osrelatospasaxeiros.blogspot.com.es/
    Y quienes queráis seguir a Cristóbal Rodríguez Fidalgo, actual Campeón de España y representante español en las pruebas de la Copas del Mundo, podéis hacerlo en su página de facebook: www.facebook.com/pages/Cristobal-rodriguez-fidalgo/120485318093006?fref=ts

     

jueves, 16 de enero de 2014

LA VENGANZA


Propuesta juevera de Auxi

...Yo pongo el principio




          Durante mucho tiempo me acosté temprano... creí poder llegar a cultivar mi talento musical
llevando una vida un tanto timorata y apartada de la la realidad. La gran casona en la que vivía desde la adolescencia transmitía paz y olía a humedad.

          Las calles del viejo boulevard de París estaban obscuras, gélidas y cubiertas por una intensa niebla que impedía que mis ojos viesen más allá de pocos metros. Había acudido a una impresionante fiesta organizada por el marqués de Bullón, un hombre siniestro que había matado a varios hombres tras batirse en duelo con ellos. Era gran aficcionado a los desafíos radicales.

         Las parejas giraban y giraban al son de la delicada música que salía de los instrumentos de los numerosos miembros de la orquesta situada al lado de la altísima escalera de caracol que llevaba al piso superior. Me quedé mirando sorprendido, parecía que no ponían los pies en el suelo, era como si volasen y se dedicasen las miradas atrevidas que buscaban placeres ocultos.

        Un intenso y agudo grito me sobresaltó. Era la mujer del marqués que había rodado escaleras abajo. Todos corrimos raudos a mirar la siniestra posición en la que aparecía al pie de la orquesta. Parecía una marioneta que estuviese colocada delicadamente en una situación amorfa. Había rodado sobre su cuerpo, golpeándose escalón por escalón.

      Un ligero movimiento me hizo levantar la cabeza y mirar a lo alto del gran pasamanos. Allí, en pie y muy erguido, permanecía el marqués de Bullón quien tras enterarse de que su esposa se encontraba es su alcoba con un hombre, entregándose a los pláceres más primarios de la vida, acudió a buscarla. Pero alguien les avisó y al amante le dio tiempo de escapar por la balconada que bajaba al jardín.

    El marqués se acercó a su esposa y le alargó su enguantada mano invitándola a acompañarlo. Pero al llegar a la escalera le propinó un fuerte empujón en venganza por su afrenta marital. Nunca sabría quien era el hombre desafiante, por lo que su mujer pagaría por él-

Más relatos en las Llanuras Abisales de Auxi

sábado, 11 de enero de 2014

52 SEMANAS, 52 PALABRAS: DE SINDEL

    Esta semana toca la palabra cielo

                                     EL CIELO EN LIBERTAD
             
             Nunca he tenido ninguna necesidad de confesar mis vicios. Otras personas no tienen inconveniente alguno en prodigarlos a quienes les quieran escuchar, Yo, por el contrario, creo que mis vicios son míos y sólo míos.
           
              Os diré que tengo uno que me cuesta verdaderamente confesar: el cielo. Es una palabra suave de pronunciar, transmite sensibilidad, ...¡cuántas cosas podría utilizar para definir mi vicio inconfesable!.

              Pero creo que en estos difíciles momentos en los que me encuentro quiero haceros partícipes de lo que a mí me produce una sensación de felicidad infinita, me aporta felicidad sentada en el suelo de la diminuta celda en la que me encuentro presa.

              Mi vicio es mirar al cielo, azul, gris, negro, estrellado,... Miro por entre las rejas y con la vista fija en el cielo sueño con tiempos mejores que me permitan ver el cielo en libertad.

miércoles, 8 de enero de 2014

PRIMERA SEMANA DE SINDEL

Palabra propuesta: ESTRENO

                                          EL ESTRENO

     Los nervios estaban a flor de piel. Unos repasaban en voz alta las frases que tendrían que repetir, otros discutían por no encontrarse a gusto en sus trajes. Los que mas, se movían con tics que alteraban a quienes querían buscar la concentración previa. Técnicos, y personal de apoyo corría de un lado a otro para que todo estuviera a punto para el estreno de la función. Llevaban seis meses de ensayos intensivos, pero el director se mordía las uñas porque no confiaba en sus actores y actrices. Sabía de los celos y las envidias que anidaban en sus corazones. Temía las discusiones que podían producirse ante la falta de profesionalidad.

    Faltaban cinco minutos para que el telón del teatro se abriese y diese paso al estreno de lo que podría ser una gran función cómica. Se acercó a los hombres y mujeres que participarían en la representación y, cruzando los dedos en los bolsillos de su americana, trató de darles confianza en su trabajo y de animarles a hacerlo lo mejor posible. "Si tenéis confianza en vosotros mismos lo lograréis", les dijo con convicción.

    Todos en situación. Se oía una suave música que anunciaba el inicio de la función. El público esperaba ansioso. El telón, verde chillón, comenzó a moverse lentamente. Pero ocurrió lo inesperado. Por el peso de la tela de cretona la madera que la sostenía en lo alto se soltó matando en el acto a las personas que esperaban con ilusión el estreno de aquella comedia que terminó en un auténtico drama.

lunes, 30 de diciembre de 2013

LA HISTORIA DE FRANCISCO Y TORNADO


                A Francisco y a su perro Tornado
        
        Nunca había pensado verse en la situación que se encontraba. Sentado en una silla junto a la ventana de su cocina, con su perro Tornado asomando la cabeza por ella y dándole con su cola cariñosos golpezitos en sus piernas. ¡Cuánto le debía a Tornado!

         Su vida había consistido en luchar y trabajar en pro de un futuro mejor para que su esposa y sus cinco hijos tuviesen un futuro mejor. Su niñez y su juventud estaban surtidas de un amplio sinfín de adversidades y penurias que le habían enseñado que sin esfuerzo no se podían conseguir las cosas. Y por eso su lema de vida, algo que se repetía continuamente a sí mismo, era "lucha, esfuérzate, mira alrededor las oportunidades que se abren ante tí, no tengas miedo a trabajar duramente con conseguir lo que ansías y, siempre trabaja con ilusión y alegría".

      Esta forma de plantearse la vida le había hecho pasar de trabajar llevando las maletas de los viajeros de la estación del tren por la voluntad (que a veces ni le daban), a trabajar de jornalero en las duras labores del campo, que combinaba los domingos ejerciendo de aprendiz de limpiabotas en la calle Real. Cuando podía se acercaba a la fábrica de las gaseosas en donde le daban una pequeña remuneración salarial por lavar las botellas de cristal: en el verano el trabajo se hacía bien, pero en el crudo invierno el agua estaba gélida y las manos se le congelaban, llagaban y se le llenaban de sabañones. Descargó muchos sacos de piedra de los camiones que la traían para la construcción de casas y carreteras, pero le pagaban muy poco y el jefe, un pillo de la vida, siempre le quedaba a deber dinero, a pesar de ver sus espaldas sangrando por las heridas que le hacían los pedruscos al rozarse contra su piel.

      Después de estos y otros trabajos sentía que debía buscar una estabilidad económica que le permitiera sacar adelante a una familia. Ya había conocido a la que sería su mujer, fuerte y trabajadora: lavaba en el río la ropa de los ricos de la ciudad y luego se la llevaba perfectamente planchada a su casa. Sacaba pocas monedas, ya que nadie sabía lo duro que era para su espalda aquel trabajo. Pero Francisco era un hombre dispuesto y, con lo poco que había ahorrado, se dirigió al ayuntamiento de la localidad el día en el que se subastaban los puestos de venta de la plaza de abastos y, aunque no tenía muchas esperanzas porque eran muchos los aspirantes, logró uno, bien situado y que tenía un bajo en el que él, con sus propias manos, podría hacer un almacén.

      Cuando llegó a casa estaba contento, se lo dijo a su novia y le explicó que "nadie mejor que tú para atender el negocio. Pondremos una frutería". Ella aceptó. Mientras él hacía las reformas hicieron hueco para casarse y ella combinaba su trabajo de lavandera con los primeros inicios como vendedora en su negocio (trabajó en ambos campos todo el tiempo que su espalda se lo permitió, a pesar de que su esposo se preocupaba por su salud).

      Todo iba bien, el negocio era rentable. Siempre tenían frutas y verduras frescas, aunque en los demás puestos no las hubiera. Francisco, siempre se afanaba en tener un almacén más grande, por lo que el puesto tenía estanterías, diversas alturas y siempre estaba lleno. La clientela les era fiel porque el producto que vendían era de primera calidad.

      Pero un día al salir del almacén, con cajas vacías, Francisco se dio un fortísimo golpe en la cabeza y a consecuencia de él perdió la vista. En un principio este hecho lo sumió en una depresión de la que su familia creyó que nunca podría salir. Pero comenzó a moverse por casa y a vestirse sin necesidad de ayuda, y un día apareció en la plaza de abastos sólo. Su esposa no daba crédito, y cuando le vio quitar el cristal trasero a la báscula de balancín y probar a ver si sabía el peso de lo que colocaba en la bandeja, se emocionó y no pudo más que abrazarlo. Ambos lloraron largamente.

      Pero la sorpresa les llegaría cuando después de llegar a casa, mientras comían, uno de sus hijos llegó con un perro guía. El can, que se llamaba Tornado, entró en la cocina como si ya hubiese estado allí más veces y después de dar vueltas a la mesa se acercó a Francisco moviendo la cola, él lo acarició con cariño, y el animal posó su cabeza sobre sus piernas. El perro había conocido entre todos los comensales a quién sería su dueño, al que debería guiar toda su vida. Cuantos momentos pasaron los dos junto a la ventana de la cocina. Según los ladridos de Tornado Francisco sabía si venían su mujer o algunos de sus hijos. Se convirtió en alguien más de la familia y mientras Francisco dormía una pequeña siesta de sobremesa, Tornado se ponía suavemente sobre sus pies y permanecía tranquilo.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Este jueves.....CUENTO DE NAVIDAD


                 A mi abuelo, 1973

    La niña escuchaba atentamente la voz masculina. Sentada en el suelo, con las piernas cruzadas sobre los pies, miraba al hombre que relataba el Cuento de Navidad. Su voz era muy baja, ya que le costaba hablar, y las frases se entrecortaban por su falta de aliento. Ella le miraba con atención, porque lo que su abuelo le contaba ya se lo sabía de memoria. Era el mismo cuento de todos los años. Veía sus ojos grises que la acariciaban desde lo alto, la sonrisa que el mayor le regalaba, y la exquisitez con la que le indicaba cada detalle del viaje que realizó cuando emigró a Cuba en busca de un futuro mejor.
   
    Era tan joven cuando se tuvo que marchar de su tierra, dejando a su familia, para comenzar una vida muy diferente; sin experiencia, sufrió muchas adversidades y enfermó gravemente. Cuando se recuperó lo suficiente para poder viajar, regresó a su casa, en la que permaneció convaleciente muchos meses, aunque nunca se recuperó totalmente de las secuelas que le quedaron.
 
    Su abuelo tenía un carácter muy fuerte. Y sabía afrontar los problemas de su longeva vida de frente, nunca les daba la espalda y así enseñaba a quienes le querían oír. Decía siempre que "mi cuento de Navidad, fue feliz. Me casé con tu abuela, tuve hijos y he visto crecer a mis nietos. ¡Nada me puede dar más felicidad!".