lunes, 2 de junio de 2014

LA VERDADERA HUMILDAD DE LA VIDA

         Cuantas veces nos preguntamos si la vida carece de sentido desplegando un enorme grado de soberbia. Nacemos, crecemos, nos hacemos adultos y esa presunción nos ciega. Queremos ser más que nadie, tener más que los demás, vivir mejor que los amigos, ...¿pero quiénes somos nosotros para decidir todas estas banalidades?

         El orgullo, a veces heredado de la familia otras no, no nos hace ser más felices, ni la envidia, ni los celos, que quienes los sufren sienten una tristeza de los bienes y obras ajenos que les hace seres infelices.

         Nunca se puede ser más que nadie, ni tener más,....

         Una persona humilde se conforma siempre con lo que tiene sin pensar para nada en lo que le superan sus amigos. Es lícito pensar en mejorar, pero nunca a costa de los demás. Y por supuesto, yo estoy totalmente convencida de que es posible vivir mejor, si eres feliz, con un poco de pan, saboreándolo con la familia en medio de sonrisas y felicidad, que en una mesa con las mejores viandas pero que los comensales se critican unos a otros.
       
         Es una riqueza enorme tener salud, una familia que te quiera y tener amig@s con los que pueder contar en los momentos duros de la vida.

        Una frase que ha permanecido en mi corazón siempre desde que me la enseñó mi abuelo materno es que "la vida es un camino de rosas cargado de espinas. Algunas personas al primer pinchado se achican, mientras que otras se lastiman y se clavan las espinas del rosal, pero aún así, con dolor, siguen luchando por conseguir sus objetivos, por ser mejor personas e incluso por ayudar a los demás".

lunes, 26 de mayo de 2014

Contando las semanas en 52 palabras - Palabra 21 de 52





                                                     


                                                 

                                                    Palabra 21 de 52                                                                  

                                                         LA PLAYA

             
           Caía la noche y mis pies dirigieron mi cuerpo instintivamente hacia la playa.
 
     Cada vez que regresaba a mi hogar después de permanecer meses en el psiquiátrico, instintivamente volvía al mismo lugar. Era como si la playa me esperase pacientemente: su arena suave se convertía en un relajante natural, el murmullo del oleaje era como un excelente bálsamo mental y la multitud de olores que percibía, mezcla de sal y naturaleza, hacían que mi instinto
perdiese todo tipo de agresividad.

    Aquel día, uno de tantos del otoño, estaba frío. Y al anochecer se levantó una brisa del
norte que conseguía ponerme la "carne de gallina". La tarde había sido larga, aunque la noche
llegó demasiado pronto. Cuando me levanté, en vez de girarme hacia el camino, emprendí la
marcha, directa al agua. A pesar de sentir entumecidos mis músculos y parte de mis sentidos,
continué caminando mar adentro, sin volver la vista atrás.

            Cuando vinieron a buscarme para regresar al hogar, el mar ya me había tragado.

Contando las semanas en 52 palabras - Palabra 22 de 52


PALABRA 22 DE 52

RECUERDO

Sus lindos ojos
mirándome;
sus suaves manos
acariciándome.

En mi alma de niña
recuerdos;
en mi corazón de mujer
recuerdos.

Aquellos ojos
acariciándome;
aquellas manos
acercándome.

En mi cerebro se agolpan
recuerdos;
en mi mente se atesoran
recuerdos.

Recuerdos,
nada más que recuerdos.

De niña a mujer
acompañándome;
de mujer a gran mujer
reviviéndolos.

Recuerdos,
en mi vida sólo hay recuerdos.






miércoles, 21 de mayo de 2014

TITULO DE LA CONSIGNA DE ESTE JUEVES: "ME PERDI EN LA NOCHE"

La imagen que ilustra este texto es una composición de Gaby* para esta ocasión. Podéis visitarla en su blog: http://misletrasinsomnes.blogspot.com.es/

               

"LA LUNA LLENA"

          La luna llena tardía iluminaba la fría noche de invierno como si multitud de estrellas iridiscentes estallasen en un torneo de luz y color. Pocos crepúsculos me transmitían tanta placidez.
                
              La luna llena, complacida, me seducía. Impresionante en su inmensidad. Mis pupilas no 
podían dejar de contemplarla atentamente.

¡La luna llena!

             El lienzo blanco esperaba mis pulcras pinceladas. 

Concebiría un cuadro que simbolizase el satélite brillante. Una magna creación pictórica, para un desmesurado instante nocturno.







jueves, 27 de marzo de 2014

EL SUEÑO DE UN VUELO

      He soñado con emoción. He soñado que podía volar como un pájaro surcando el límpido firmamento. He soñado con el tierno abrazo de mis Padres, perdidos demasiado pronto para ellos y para mí. He soñado con mis húmedos ojos abiertos, elevados, mirando al cielo de la noche estrellada.
   
      He soñado con la risa alegre de mi Madre y los ojos acuosos y verdes de mi Padre. Están en mi corazón, aportando, dentro de la desgracia que ha supuesto para mí su pérdida, toda la positividad que me transmitían en vida. Eran seres muy especiales para mí y siempre lo serán.

      He soñado impertérrita que un ave me transportaba sobre su cuerpo, meciéndome suavemente con su lento y manso vuelo. Por unos minutos confirmé la felicidad que me aportaban las sonrisas de mis seres queridos.

      He soñado con la satisfacción de vivir un vuelo fantástico cuyo recuerdo permanecerá conmigo
hasta que exhale mi último aliento. He soñado con el sueño de un vuelo.


         Más vuelos en:  http://caminodelcuento.blogspot.com.es/2014/03/mi-primera-convocatoria-juevera.html


   

jueves, 6 de febrero de 2014

LA CARCEL

   Fueron días de sol y noches de acción para disfrutar su libertad. Su mente tenía presente este pensamiento en el momento en el que cruzaba la primera gran puerta de acceso a la prisión en donde estaría confinado las próximas 45 primaveras de su vida. Ahora, aunque mantuviese la cabeza alta, comenzaba a sentir miedo. No de lo que había hecho anteriormente, sino de los largos y duros años que le esperaban para vivir en un lugar inhóspito, lleno de incógnitas y en el que nunca creyó que acabase encerrado.
    ¡Vivió a tope! ¡No le asustaban los peligros que le pudiesen acechar cuando estaba bebido, drogado o haciendo las cosas más deplorables que nadie pudiese imaginar!.
    Llegando a la segunda puerta, la que daba paso definitivamente a la cárcel, se acordó de su sufrida madre, a quien acuchilló impasiblemente por el poco dinero que guardaba para el pan de la semana. Arrastraba los pies atados a una gruesa cadena que sólo le permitía dar pasos cortos y que a su vez ataba fuertemente sus manos a su espalda. El peor error que había cometido en su vida había sido el de violar y matar a una loca joven que buscaba nuevas sensaciones. Cuando ella le pedía más coca él se la dio, la vio quedarse indefensa por la sustancia que la penetró bestialmente hasta que se dio cuenta de que ella no se movía. Cuando llegó la policía descubríó atemorizado que era la única hija del alcaide del penal de la Roche. Cruzando el gran portalón se sintieron dos certeros tiros que le dejaron allí, tendido al sol.