miércoles, 9 de enero de 2013

YO SOY DE ALDEA Y A MUCHA HONRA



¡EU SON DE ALDEA! VIVA A VIDA DE ALDEA, SINXELA, PROFUNDA, SANA, EN TODOS OS ÁMBITOS DA VIDA, RELAXADA E FELIZ. EU SON DE ALDEA, E A MOITA HONRA.


RHODEA BLASON, PRESUME DE ALDEA

   

    "Carmiña, una mujer de aldea", novela escrita por Rhodea Blason, es un proyecto que fue madurado concienzudamente en mi imaginación. Yo siempre presumo de la ALDEA, de lo que vivir en ella supone y de lo que dignifica a las personas que la aman. En el momento en el que un escritor se coloca frente al blanco papel tiene que tener muy claros algunos de los aspectos más importantes, no los más, pero sí los que dirigirán el rumbo de la novela. Yo sabía que el lugar ideal para su ambientación era Piornedo, una pequeña aldea situada en a Serra dos Ancares, en la provincia de Lugo. Me gusta la idiosincrasia de esta población, su localización, su historia y sus pallozas prerromanas.
    
     Mi idea era que la novela girase toda ella en torno a estos temas, aunque el argumento fuese mucho más profundo. Por desgracia, en la actualidad hay muchas personas que no saben lo que es vivir en la aldea, porque nunca lo hicieron; otras que se fueron en busca de trabajo u otros alicientes no volverán nunca porque descubrieron otra forma de vida; y muchas quisieran regresar a la aldea nuevamente para evitar la ansiedad que produce la gran ciudad, para poder vivir en la naturaleza o en busca de paz.

     La gestación de un libro es larga, premeditada y, muy dura. Lo que en un principio parece una tarea fácil se convierte en una ardua tarea de documentación, en profundizar en el carácter de cada uno de los personajes que van a aparecer en el libro, en resolucionar y adaptar el argumento inicial a los posibles escollos que puedan surgir durante la elaboración del proyecto. ¡Y CREEDME, HAY ESCOLLOS, ROCAS, ALTAS MONTAÑAS Y, UN SIN FIN, DE ZANCADILLAS QUE HAY QUE SOLUCIONAR SOBRE LA MARCHA!

    SIN DUDA, PARA MI LOS CONOCIMIENTOS QUE ME HA PROPORCIONADO "CARMIÑA, UNA MUJER DE ALDEA", SOBRE PIORNEDO (ILUSA DE MI, PENSABA QUE CONOCIA BIEN LA ZONA)Y SUS ALREDEDORES SON MULTIPLES. A PRINCIPIOS DEL AÑO 2013 SE COMENZARON A SUBIR RETAZOS DE LA OBRA EN FACEBOOK EN LA PAGINA DE RHODEA BLASON (EL ENLACE ES: http://www.facebook.com/pages/Rhodea-Blas%C3%B3n/321170911322748?fref=ts)QUE ME HAN ENTERNECIDO POR LOS NUMEROSOS MENSAJES DE ANIMO QUE ME HAN LLEGADO Y SOBRE TODO POR EL POSITIVISMO QUE ME HABEIS TRANSMITIDO. GRACIAS A TOD@S POR VUESTRO APOYO.

    EN ESTOS MOMENTOS, ESTOY VALORANDO QUE "CARMIÑA, UNA MUJER DE ALDEA" SEA EL PRIMERO DE VARIOS LIBROS EN LOS QUE SE PONGA DE MANIFIESTO EL FUERTE CARACTER DE UNA MUJER QUE QUIERE SER ELLA MISMA, QUE NO SE DEJA INFLUENCIAR POR NADIE Y MENOS POR SU FAMILIA Y QUE BUSCA LA FELICIDAD CONFORME A SUS PRINCIPIOS.

    UN FUERTE ABRAZO, Y ESPERO QUE ESTE LIBRO TAN ESPECIAL PARA MI SEA DE VUESTRO AGRADO.
    

martes, 8 de enero de 2013

"CARMIÑA, UNA MUJER DE ALDEA"




                               "CARMIÑA, UNA MUJER DE ALDEA"                                                                                                                                                                       

    PARA CARMIÑA SU ALDEA ERA UNA FELICIDAD, SIGNIFICABA LIBERTAD, SOLIDARIDAD, AMOR A LA NATURALEZA, FRESCOR DEL VIENTO ARRREBOLANDO SU CARA, ...Y UN SIN FIN DE SENSACIONES QUE SOLO PIORNEDO, EN MEDIO DE LA SERRA DOS ANCARES ERA CAPAZ DE LLEGAR A TRANSMITIRLE. EN SU NIÑEZ CARMIÑA FUE SIEMPRE UNA NIÑA COMPLETAMENTE ALEGRE. LA ALDEA EN LA QUE VIVIA ERA SU MUNDO, SU REALIDAD, ALLI LE HABLABAN LOS ARBOLES, LOS RIOS, ...TENIA TODO CUANTO PODIA DESEAR. COMO SIEMPRE LE DECIA SU MADRE, ANA, "SI HAY SALUD, COMIDA EN LA MESA CADA DIA, Y UN BUEN LUGAR PARA VIVIR ABRIGANDOSE DEL FRIO DEL LARGO INVIERNO, SIEMPRE SE ES FELIZ". CARMIÑA ESCUCHO TANTAS VECES ESTAS SABIAS PALABRAS DE LABIOS DE QUIEN LA PARIO QUE SIEMPRE LAS TUVO EN CUENTA, A LO LARGO DE SU VIDA, SIEMPRE FUERON SU GUIA, Y, CONTINUAMENTE, LES DIO VUELTAS Y VUELTAS PARA TRATAR DE CONSEGUIR ENCONTRAR EL CAMINO QUE LA LLEVASE A ENCONTRAR LA FELICIDAD COMPLETA. PERO CARMIÑA NUNCA SE IMAGINO QUE SU RUMBO LE DEPARARIA EN LOS PROXIMOS AÑOS UNA SERIE DE VICISITUDES PARA LAS QUE TENDRIA QUE ENCONTRAR LA SALIDA ELLA SOLA; HABRIA DE ANTEPONER SUS DECISIONES A LO QUE SU FAMILIA ESPERABA DE SU COMPORTAMIENTO. SE HABIA CANSADO DE ESCUCHAR FRASES COMO "TIENES QUE HACERLO PORQUE ES LO MEJOR PARA TI". CARMIÑA NO QUERIA DEFRAUDAR A NADIE, PERO SEGUN FUERON PASANDO LOS AÑOS TUVO QUE PENSAR EN SI MISMA NO EN LOS DEMAS, NI EN LO QUE ELLOS QUERÍAN. TENIA QUE SER FELIZ POR LO QUE ELLA ERA, POR LO QUE DESEABA SER Y POR LO QUE CONSIGUIERA SIGUIENDO SIEMPRE FIEL A SUS CONVICCIONES. LA LUCHA DURANTE LOS AÑOS LLEGO A SER MUY DURA, FUERON MUCHAS LAS LAGRIMAS QUE VERTIO SIN TENER UN HOMBRO EN DONDE APOYARSE, PERO CONSIGUIO HACERSE DURA Y VIVIR SU VIDA TAL Y COMO ELLA QUERIA. ¡PESE A TODO, CARMIÑA CONSIGUIO LA FELICIDAD!

lunes, 13 de agosto de 2012

Recuerdos de mi vida




    Mi pequeña infancia fue muy feliz. Me crié en la casa de mi abuelo, en el pueblo, rodeada de pequeñas cosas que contenían grandes historias. Era un lugar entrañable del que guardo los mejores recuerdos de mi vida. Aquellos a los que acudo en momentos difíciles para poder seguir el duro sendero de la vida. A pesar de que ya pasaron muchos años, todavía siento los silencios que se creaban para escuchar las novelas en la radio, la que había traído mi tío Pedro en uno de sus innumerables viajes. Siempre traía algo para su padre, al que adoraba, y para sus hermanas, a las que mantenía en un pedestal. Las mejores telas o lanas que encontraba se las compraba para que se hicieran vestidos, chaquetas, y muchas más cosas. ....Y llegó la televisión. Y como no podía ser de otra manera, de la mano de  mi tío Pedro, un ser que heredó de sus padres grandes virtudes como la generosidad, la humildad, el saber sobrellevar cargas luchando contra viento y marea, ... No podría describir con palabras lo que siente mi corazón por mi abuelo, mi tío Pedro o mi madre, pero sí estoy convencida, de que a pesar de tener otros tíos, estas fueron las personas que más marcaron mi vida.
   La casa de mi abuelo era grande, sobre todo vista desde los ojos inquietos de una niña pequeña. Pero a pesar de todo era un hogar acogedor. Por las tardes, las mujeres de la casa, mi madre, mis tías, mi prima Julia, otra mujer con un gran corazón, y otras vecinas se dedicaban a las labores en el salón de la casa. Era muy grande. Encima de la mesa del comedor, que estaba en el centro de la estancia, había un cocodrílo disecado, regalo también de mi tío Pedro; a la mano derecha había un aparador en el que había una foto de mi tía Merceditas que murió siendo muy pequeña por causa de una mala caída y a la que mi abuelo besaba sin cesar y una foto grande de la boda de mi tío Pedro y mi tía Rosa en México. Mi abuelo miraba aquella foto y la de Merceditas todos los días antes de acostarse. Y yo cuando estaba con él en esos momentos sólo podía ver los ojos hermosos de mi tía Rosa a quien le debo muy orgullosa el nombre.
   Ahora todos son recuerdos, la vida es un gran camino de rosas hermosas que en sus tallos contienen unas espinas que te pinchan en lo más profundo de tu corazón y parece que te quieren arrancar la vida. Pobre abuelo, el Rey de mis historias, de mis cuentos, con quien yo tanto paseaba e iba al molino, siempre con su gran chaquetón sobre los hombros para que no cogiera frío. Me contaba historias de cuando se fue a la mili, de cuando estuvo en Cuba, de como debemos ser las personas. ¡Abuelo, cuanto me enseñaste y cuan poco lo aprecié en aquellos momentos!. Heredé de tí una gran virtud, que es ver las cosas pequeñas siempre como grandes y a saber conformarme con lo que me da la vida. Ahora, con los años, cada vez me afianzo más a tu filosofía de vida que en aquellos momentos tanto me costaba comprender.
  De sus hijos, Pedro y mi madre son los más parecidos a él. Cuantos regalos tengo de mi Tío, quien en alguna ocasión tal vez se tuviese que empeñar para podérmelos enviar. Por eso los tengo protegidos como si fueran lingotes de oro. Cuanto me cuesta escribir estas líneas, porque a pesar de tener una familia maravillosa la vida fue especialmente cruel con Pedro. Pero era como su padre, como el "Ave Fénix, siempre fue capaz de levantarse de sus propias "cenizas" y sacar a su familia adelante.
  Y qué decir de mi madre. Una verdadera MADRE, quien sólo tenía pensamientos para su pequeña, en los brazos de quien se murió a una edad demasiado prematura. Cuanto me quedó por aprender de ella, que dulce era, que buena, ...cuanta vida tenía por delante y cuan poco tiempo después de ella se murió su hermano Pedro. A veces, cuando lo pienso, creo que con mi abuelo están sus hijos más parecidos a él.
   MAMA. Cuando pienso en tí, en tus labores, en tu corta vida, no puedo dejar de pensar en una mujer especial que me marcó mucho en mi vida, Laura, me enseñó tantas cosas y, quien, al igual que antes de morir mi madre estaba siempre a su lado, desde que perdí a mi madre siempre supe que la tenía a ella para lo que la necesitase. Era una mujer de la cabeza a los pies. Vino a mi boda y, cuando llegó, cuanto lloramos las dos porque no estaba allí MAMA, cuantos recuerdos, cuanto hablamos y estoy orgullosa de haber llevado prestado algo suyo. ¡Qué mujer! Con qué entereza y sabiduría supo consolarme en unos momentos en los que yo tanto necesitaba a mi MADRE. Ella lo hizo como nadie sabría hacerlo, estuvo a mi lado y yo sabía que tenía en quien apoyarme. Yo era consciente de que ella estaba siempre allí, pero por desgracia la vida nos la arrebató a tantas personas que la queríamos por ser como nuestra "roca" de apoyo en los buenos y malos momentos. Tengo fe en que en el cielo estén todos juntos y me miren y se sientan orgullos@s de mí por tratar de poner en práctica siempre sus enseñanzas.
    Que tristeza, hace pocos meses se murió también mi PADRE, ¡AHORA ESTOY SOLA!. No tengo hermanos. Mi sangre son mis HIJOS a quienes quiero inculcarles las enseñanzas de estos seres que me quisieron tanto de los que tantas cosas buenas heredé! Tengo a mi marido que me apoya igual que mis hijos. Pero conforme pasa el tiempo recuerdo más a las personas que marcaron tanto mi vida y me siento privilegiada por haberlas tenido a mi lado aunque haya sido poco tiempo. Un enorme beso para todas ellas.

miércoles, 30 de mayo de 2012

CRIMENES ENCADENADOS III

    El alivio que sintió el comisario cuando vio llegar a los responsables de homicidios no lo comentó con nadie en voz alta, pero sus hombros y su pecho se relajó notablemente. Su intención era colaborar en todo aquello que pudiera, pero creía firmemente que era un caso que debían analizar expertos para saber claramente lo ocurrido.
 
     Después de las pertinentes presentaciones y del resumen de los hechos conforme a como el jefe de policía los conocía, el grupo de homicidios comenzó un minucioso análisis del cuerpo de la joven, de los alrededores y hablaron con el hombre que había descubierto el cadáver, quien parecía encontrarse todavía en shook mental.

    Presto vio desde el otro lado del camino como se procedía a trabajar en un caso como aquel. En todos los años que llevaba como responsable de la seguridad de la ciudad de Abilius nunca pensó encontrarse con algo así. Un lugar tranquilo, en el que la mayoría de los convecinos se conocía de toda la vida, no podía albergar un crimen, y mucho menos de estas características. No sabía qué pensar, pero estaba temiendo la reacción de los medios de comunicación cuando se enterasen de esta muerte y de lo que eso supondría para la ciudad.

    A primera hora de la tarde llegó el forense y se procedió al levantamiento del cadáver. Al día siguiente le sería realizada la autopsia en el Centro Médico más cercano. El comisario se dirigió al jefe de homicidios y le comentó que usasen la comisaría como centro de trabajo y que él personalmente le presentaría a los habitantes de la ciudad, porque tal vez alguien hubiese visto algo. Homicidios trabajaba de forma diferente a Presto y sus agentes; cada acción que realizaban llevaba implícito el lema de "contra reloj", trataban de no dejar nada al azar. Habían hecho grupos de tres personas, que llamaban a hospitales, a refugios de indigentes, a comisarías de otras localidades, a taxistas, y otros colectivos con el fin de ver si alguien sabía de la desaparición de una mujer joven a la que le gustara hacer deporte.

  Por la noche, cansados de un trabajo infructuoso y sin respuestas decidieron cenar y descansar unas horas. El comisario Presto lo había arreglado todo para que el Hostal "Refugio", dirigido por la encantadora
Encarnación González, les acogiera como en su propia casa. Encarnación era una pequeña mujer regordeta y alegre; emigrante en la Argentina en donde se había casado, pero tras la muerte por un infarto de su esposo había vendido sus propiedades en Buenos Años y con el dinero que había recaudado se dedicó a reformar su antigua casa familiar. Como era demasiado grande se le ocurrió la idea de crear el negocio que regentaba en la actualidad con la ayuda de una sobrina que también era su ahijada y que le hacía no sentir soledad.

    Cuando los policías llegaron al Hostal los recibió Encarnación en persona, les enseñó las habitaciones y les dijo que bajasen a cenar, ya que sino su cocinera, era su prima carnal, se enfadaría mucho. Antes de irse, el comisario Presto le indicó que si había alguna novedad le llamase inmediatamente y que cerrase todas las puertas y las ventanas de la casa bien.

viernes, 4 de mayo de 2012

CRIMENES ENCADENADOS II

    El jefe de policía no había visto nada igual en sus muchos años trabajando al frente de la Comisaría de la ciudad de Abilius. Cuando sonó su teléfono particular al amanecer supo que algo grave había ocurrido, pero nunca pensó encontrarse con algo tan horrendo en el lugar del suceso. Había un cadáver de mujer joven mutilado y con numerosos mordiscos en distintas partes de su frío cuerpo. El parque de Llaranes no  podía ser objeto de un crimen tan macabro. Una ciudad tranquila y apacible, vería enturbiada rápidamente su rutina cuando sus habitantes se enterasen de lo que había ocurrido. ¡...Y todo sería cuestión de tiempo!.

    Los agentes de policía intentaban mantener el escenario del crimen lo más intacto posible hasta que llegasen los policías de homicidios que había tenido que llamar a otra ciudad, ya que en Abilius la Comisaría carecía del personal convenientemente preparado. El Jefe miró nuevamente el reloj y le parecía que tardaban mucho en llegar. Se encontraba sólo ante un hecho muy grave y totalmente nuevo para él y tenía miedo que los medios de comunicación se enterasen del asesinato antes de que llegaran los refuerzos que esperaba. Menos mal que el cuerpo se encontraba semiescondido entre la maleza cercana a unas frondosas y que el hombre que lo había descubierto estaba sentado allí mismo sin moverse y con la vista vacía. "Ví una zapatilla de deporte entre las ramas y mi perro se acercó. Moví las ramas y ví un cadáver de mujer", fue lo único que dijo desde hacía más de dos horas.

  Para ayudarse a pasar el tiempo, Juan Presto, el jefe, que se impacientaba por momentos, volvió ha dirigir sus pasos hacia el cadáver y se quedó mirándolo fijamente. No sabía si era porque no había tomado su taza de café negro diaria de la mañana y sus sentidos todavía estaban adormecidos, o en aquel cadáver había algo raro, pero no sabía que era. Se decidió a llamar a un fotógrafo de su confianza, para que sacara todas las fotos que pudiera de aquella escena que tan extraña le resultaba.

    El fotógrafo no tardó mucho en llegar e hizo lo que el comisario Presto le pidió. Cuando terminó su trabajo tuvo que jurarle que aquellas fotos reveladas sólo se las daría a él y que no comentaría con nadie en la ciudad lo que allí había visto. Sólo después de este requisito le dejó marchar para hacer su trabajo.
¡Qué narices! ¿Qué más puede hacer un comisario de una pequeña ciudad que esperar a que vengan los policías que estaban acostumbrados a trabajar con la muerte? Se sentó junto a la persona que descubrió a la mujer muerta y a su perro y allí esperó dos horas más al personal de homicidios.

jueves, 12 de abril de 2012

CRIMENES ENCADENADOS

    Esta noche se había levantado un poco de viento, lo que hacía que las frondosas entre las que se hallaba escondido se moviesen más de lo habitual. De pronto, miró al cielo y vio la luna llena. Era su día, tenía que serlo. Pero su inteligente instinto le indicaba que no bajase la guardia. Pasaban las horas, y todo estaba tranquilo. No había captura a la vista, por lo que comenzó a ponerse nervioso. No sabía por qué la noche estaba demasiado obscura para haber luna llena y demasiado calmo todo a su alrededor. 
    De repente, muy lejos creyó oir la suave voz de una mujer. Se semiirguió para captar mejor los sonidos y ver si podía sentir de donde procedía el olor. Ahora todo sería cuestión de esperar. Los pelos de su cuerpo se erizaron y sus ojos no dejaban de mirar para el camino de tierra que cruzaba el parque. Su paciencia tuvo su recompensa. A lo lejos vio una joven que venía andando despacio, como si no tuviera prisa por llegar al lugar al que se dirigía. Desde su escondite sentía como tarareaba una dulce melodía. Tropezó con una piedra y le costó mantener el equilibrio. Cuando lo consiguió ya le fue tarde, la bestia había saltado sobre ella sin ningún preaviso. 
  


    No tenían noticias de la mujer desde hacía días. Era frecuente que, desde que se independizara, no fuese por casa de sus padres salvo que necesitase dinero o tuviera hambre de buena comida. Aquel día por la mañana su madre tuvo un pálpito de que algo podría ir mal, pero no sabía a qué era debido. No creía en las intuiciones, ni era supersticiosa, pero su corazón latía más fuerte de lo normal. Estaba inquieta y sin buenas sensaciones. Decidió salir a correr para ver si le pasaba aquella angustia que no sabía a qué atribuir y conseguía relajarse y pasar una buena tarde. Su esposo llegaría cayendo la noche después de un largo viaje de negocios y no quería preocuparlo. Además, tampoco tenía muy claro explicarle lo qué pasaba ni a qué obedecía encontrarse tan nerviosaEl olor . Cogió sus cascos y al ritmo de su música preferida salió a correr. Un escalofrío recorrió su espalda al comenzar la ruta, pero decidió continuar. Pensó que últimamente, desde que la habían despedido de su trabajo se encontraba bastante ansiosa y, se prometió, que a partir del día siguiente empezaría a buscar un nuevo empleo. Era una secretaria competente y sabía que, aunque las cosas estaban difíciles, podría encontrarlo. Conforme comenzó a correr se relajó y se olvido de la sensación matutina.