miércoles, 27 de noviembre de 2013

UN JUEVES... EN EL CEMENTERIO

                                           POR UN FAJO DE BILLETES

    Las campanas tañían sonoramente en el pueblo. Avisaban con su amargo toque que había un difunto para enterrar. Las mujeres salían a las ventanas y escuchaban el número de avisos que daba el badajo, y enseguida se corrió la voz de que un hombre había muerto. En ese preciso instante corría calle arriba un jovenzuelo, monaguillo de la parroquia, que iba a avisar a Severiano, enterrador municipal, para que iniciase el ritual pertinente en el cementerio.
    Severiano era un hombre enjuto casado con una mujer manirrota y alocada, con la que había concebido doce bocas que alimentar. Su sueldo apenas llegaba para cubrir los innecesarios caprichos de su esposa, a quien todo le parecía poco. Además, debía pagar el jornal de la sirvienta que se ocupaba de los niños y de la casa. Por eso cuando el mozo le llamó, Severiano se puso en marcha con agilidad.
    Abrió la sepultura del finado y esperó al entierro. Introdujo la caja en el foso y comenzó a volver la tierra escavada a su lugar de origen, muy lentamente. Cuando vio que no quedaba nadie en el cementerio tapó el sepulcro con una lona blanca y esperó la noche.
    En el pequeño gabinete que utilizaba como oficina, llamó por teléfono a aquel hombre que le había indicado cómo ganar más dinero. Le dijo que había fallecido un hombre y que podían venir a buscar el cadáver, que la familia no sospecharía ya que vieron cómo su familiar era inhumado. Cuando llegaron los hombres abrieron el ataúd, cogieron el cadáver, lo metieron en su furgoneta y, no sin antes darle a Severiano un sobre con un buen fajo de billetes, se fueron por donde habían llegado.
    El enterrador sabía que la utilización del cadáver no sería para nada bueno, pero trataba de acallar su conciencia pensando en que en su casa hacía mucha falta aquel dinero del que no haría partícipe a su esposa. (Rhodea Blason)

    

martes, 26 de noviembre de 2013

LA CARCEL, por Rhodea Blason

Fueron días de sol y noches de acción para disfrutar su libertad. Su mente tenía presente este pensamiento en el momento en el que cruzaba la primera gran puerta de acceso a la prisión en donde estaría confinado las próximas 45 primaveras de su vida. Ahora, aunque mantuviese la cabeza alta, comenzaba a sentir miedo. No de lo que había hecho anteriormente, sino de los largos y duros años que le esperaban para vivir en un lugar inhóspito, lleno de incógnitas y en el que nunca creyó que acabase encerrado.¡Vivió a tope! ¡No le asustaban los peligros que le pudiesen acechar cuando estaba bebido, drogado o haciendo las cosas más deplorables que nadie pudiese imaginar! Llegando a la segunda puerta, la que daba paso definitivamente a la cárcel se acordó de su sufrida madre, a quien acuchilló impasiblemente por el poco dinero que guardaba para el pan de la semana. Arrastraba los pies atados a una gruesa cadena que sólo le permitía dar pasos cortos y que a su vez ataba fuertemente sus manos a su espalda. El peor error que había cometido en su vida había sido el de violar y matar a una loca joven que buscaba nuevas sensaciones. Cuando ella le pedía más coca él se la dio, la vio quedarse indefensa por la sustancia que la penetró bestialmente hasta que se dio cuenta de que ella no se movía. Cuando llegó la policía descubríó atemorizado que era la única hija del alcaide del penal de la Roche. Cruzando el gran portalón se sintieron dos certeros tiros que le dejaron allí tendido al sol. (de Rhodea Blason)

viernes, 22 de noviembre de 2013

PREMIO LIEBSTER

    Le doy las gracias a mi amiga María Esther García del blog Mi pequeño espacio romántico, http://mariastherautora.blogspot.com.es/2013/11/premio-liebster.html, por pensar en mí para concederme el PREMIO LIEBSTER en cadena para mi blog.



1. ¿Qué momento del día y cuánto dedicas a la escritura?
    Me gusta escribir por la noche, cerca de una ventana y si hay estrellas en el firmamento mirarlas. Parece que mis neuronas funcionan mejor cuando el cielo está estrellado.

2. ¿Escribes aún cuando la inspiración se ha ido de vacaciones o persistes?
    Escribo siempre. Cuando tengo inspiración y cuando no también. Le doy vueltas y más vueltas a los textos, hasta que  consigo que me gusten.

3. ¿Crees que es importante ser constante a la hora de escribir?  
    Por supuesto, el tesón y el esfuerzo forjan un gran trabajo.

4. ¿La escritura es para ti un hobby o te lo tomas en serio?
    Para mí la escritura es una necesidad imperiosa de mi alma y en mi vida. Por lo tanto, claro que me lo tomo muy en serio.

5. ¿Sigues el mismo esquema de heroínas y héroes en tus novelas o cambias los enfoques?
    Cambio los enfoques totalmente. En mis textos es difícil saber a primera vista quienes son los héroes o predecir los finales.

6. ¿Crees que cuando alguien ha leído algo tuyo hay que seguir fiel al género (por ejemplo histórica) y no cambiar  o te atreves a probar con todo?
    Creo que soy una escritora muy polifacética, ya que procuro escribir en géneros diferentes y trato de encontrarme a gusto en todos ellos.

7. Novela romántica favorita que has leído.
    Sin lugar a dudas, Cumbres Borrascosas, seguida por  Madame Bobary y La dama de las camelias.

8. Personaje masculino favorito de romántica.
    Romeo, de Romeo y Julieta

9. ¿Tus proyectos?
    Escribir, escribir y escribir. No me importa el género. Estoy trabajando en una novela costumbrista que publicaré en breve, y preveo participar próximamente en varias antologías de relatos.


10. ¿Cómo crees que te afectaría una crítica negativa?
    Valoraría la crítica en cuanto a mis textos y vería, si la crítica tuviese razón, de corregir errores. Y si creo que la crítica pudiera ser malintencionada lo dejaría pasar.
 
11.¿No crees que son demasiadas preguntas? (ja, ja,ja; voy a hacer lo mismo que Anele)
    Por supuesto que no son muchas preguntas. A través de mis respuestas podrán conocerme mejor mis lector@s.

        Y nada más... enhorabuena a las afortunadas y os espero a todas en mi blog... y en el de todas ellas porque con más de una persona os váis a llevar una grata sorpresa y descubrir un blog maravilloso. ¡Yo los sigo! así que... ¿porqué vosotr@s no???????
   Un beso para tod@s!!!                          







martes, 19 de noviembre de 2013

A propuesta de Judith os dejo mi aportación: Propuesta......Un ídolo

       
                         OJOS DULCES

    Mujer de ojos dulces y cabellos color miel que me pariste una noche de verano, te considero el ser más importante de mi vida.

     Tu mirada límpida, tu blanca y hermosa piel, tus sedosas manos, trabajadoras incansables de presentes para mí, tu aroma suave y el calor de tu cuerpo, son grandes tesoros que formarán siempre parte de mi corazón.

    Tu legado impresionante: ser humilde, feliz y trabajadora con ilusión; obviar las palabras baldías, llenas de soberbia y envidia. Maestra de felicidad y amor, incluso en momentos en los que te desgarrabas de dolor interno. Ejemplo de la más pura serenidad.

    Te fuiste de mi lado un día de verano, no sin antes regalarme con tus labios una hermosa sonrisa de amor. (Rhodea Blason)

martes, 12 de noviembre de 2013

RELATO DEL JUEVES. PROTAGONISTA UN RELATO

                                       ARIADNA

    Le abrió la puerta un pequeña mujer de cara redonda y ojos obscuros y esquivos. Sin soltar el pomo interior de la entrada la observaba cargando el peso de su diminuto cuerpo sobre su pie izquierdo, mientras que el derecho lo sostenía suspendido en el aire, y le impedía la entrada a la casa. Ariadna no sabía cómo debía proceder. Desde que trabajaba de médico en la localidad visitaba a muchos enfermos en sus hogares, pero cada vez que acudía a ver al marido de esta señora sus sentidos se ponían alerta. Ariadna tenía la firme convicción de que su esposo, mayor que ella unos cuarenta años, no le importaba lo más mínimo; incluso tenía serias dudas de que le dosificase el tratamiento que ella le recetaba de forma conveniente.

Aquel día Ariadna había proyectado hacer este aviso en primer lugar porque así por la noche no estaría tan ansiosa como en las veces anteriores cuando le pasaba visita a este enfermo mucho más tarde. Cuando la dama le franqueó la puerta y la cerró tras su entrada a aquel largo y siniestro pasillo, Ariadna la dejó pasar primero. No le gustaba quien la precedía, ni el lúgubre lugar en el que vivía, ni la actitud defensiva que siempre tenía aquella mujer que apenas cruzaba una palabra con ella. La llevó por el largo y ancho corredor hasta la inmensa habitación en la que permanecía su esposo acostado en la cama en posición fetal, como si formase un ovillo con su frágil y decaído cuerpo. Ariadna, como siempre hacía, lo miró una vez más. Su cuerpo, casi centenario, estaba formado por un montón de pieles caídas y arrugadas, totalmente deshidratado; de su delgadísima cara resaltaba su larga nariz y la cavidad que debía albergar su ojo derecho. Siempre era lo mismo. la esposa no le indicaba, por más que el médico preguntase, por qué le avisaba ni lo que le ocurría al enfermo, por lo que Ariadna procedía a realizarle una revisión. Una vez más no encontró motivo de preocupación salvo la avanzada edad del enfermo. Le explicó a su esposa que le debía de dar líquidos en abundancia y cambiarle de posición a menudo para que no se llagase. Ella miraba para él dando la impresión de que no escuchaba las indicaciones del médico. Ariadna comenzó lentamente a recoger sus cosas en su maletín médico cuando escuchó un pequeño gemido.

    -¿Qué ruido es ese?, le preguntó a la mujer que no le miraba a la cara
    -No es nada,  un regalo que me han hecho, contestó de mala gana
    Pero el ruido iba a más y Ariadna se asustó de verdad.
    -¿Le pasa algo al perro?, volvió a preguntar con impaciencia porque parecían los quejidos de un animal
    -No, respondió ella escuetamente

    Ariadna se quedó mirándola unos segundos y tratando de procesar el tipo de ruido que escuchaba y que cada vez era más intenso. Aquella mujer era la antítesis total de la felicidad pensaba el médico conforme se acercaba a la puerta para abandonar aquella habitación demasiado grande y fría para su gusto. Cuando traspasó la puerta se sorprendió al escuchar la voz que le decía.

    -Tal vez quiera ver a la persona que se lamenta 

     Ariadna pensó que aquel ser podía necesitar ayuda y accedió rápidamente.
    La mujer la llevó por el mismo pasillo hasta la altura de una puerta más pequeña que el resto que había visto en el resto de la casa y que se encontraba cerrada con llave.

    -¿No se llevará usted una decepción?, le sorprendieron las palabras de ella pero quería saber qué ocurría y le respondió rápidamente que no

     Cuando abrió la puerta la mujer, Ariadna casi se desmaya. Lo que vio la impresionó enormemente, quizá porque no se esperaba ver algo así. Las paredes de aquella habitación estaban todas manchadas de sangre, las cortinas semicaídas y con impresionantes manchones rojos. Las ventanas estaban cerradas con cadenas y, tirado sobre la cama, había un hombre corpulento, con las venas de sus muñecas cortadas y de las que ya no salía sangre.
Ariadna corrió para ver si había pulso, pero no se lo encontró. Miró a la mujer, mientras llamaba por su teléfono móvil a emergencias, y le preguntó gritando qué había ocurrido. Ella no levantó los ojos para mirar al médico y tampoco le contestó. Sólo sacó una tijera del bolsillo de su delantal y sin darle tiempo a Ariadna a impedírselo se lo clavó en su cuello. Ariadna no pudo hacer nada por salvarle la vida.

    Días después. Ariadna supo que aquella mujer se había casado muy joven con un hombre casi cincuenta años mayor que ella y muy rico pensando que él moriría pronto. Ella se hizo mayor mientras se enamoraba de su cuñado, con el que nunca podría casarse, porque creía que su marido viviría eternamente. La infelicidad en la que vivían hizo que él se suicidase y ella optase por una solución demasiado dura: quitarse la vida.

     

lunes, 7 de octubre de 2013

YA ESTA DISPONIBLE LA DESCARGA GRATUITA DE LA ANTOLOGÍA AMENTIA


ANTOLOGÍA AMENTIA

Amentia es una antología que nace con una finalidad: juntar autores noveles de todo el mundo para compartir terroríficos relatos, bajo un tema: “La locura”, en cualquiera de sus facetas. Después de una convocatoria donde se recibieron relatos de diversos países tanto europeos como latinoamericanos, de una exhaustiva selección, y una votación de lectores, llegan a nosotros los relatos finalistas de este certamen. Pero, además, no solo es una antología de fantásticas historias, sino que cuenta con el prólogo del escritor de terror Juan de Dios Garduño.
Amentia es locura, muerte, amor enfermo, presencias sobrenaturales, enfermedad… pero sobre todo, Amentia es una compilación de relatos donde los autores queremos regalar, a todos los amantes del género, una buena antología de terror.
 Amentia Epub  ya se encuentra disponible para descarga gratuita en formato MOBI. y EPUB, para que puedan leerla en cualquier lector, Tablet o Pc. Para ello solo tenéis que entrar a la página web: http://amentiantologia.wix.com/amentiantologia#!dondeconseguirlo/chgz y clickear en el link que los llevará a la página de descarga en BUBOK. Como estos relatos se alimentarán solo de los comentarios de los lectores, agradeceríamos que aquellos que los leáis, se den un pequeño tiempo para puntuarnos y dejarnos su opinión, que es muy importante para nosotros.
Amentia ha llegado para quedarse… y formar parte de sus pesadillas. ¿Estáis preparados para adentrarse a este mundo de locura?

Título: Antología Amentia
Autores: Juan de Dios Garduño, Tere Oteo Iglesias, Nieves H. Hidalgo, Laura Morales, Angy W., Laura López Alfranca, Itsy Pozuelo, Kassfinol, Cintia Ana Morrow, Vanesa Vázquez, Carmen de la Cuerda, Israel Santamaría Canales, José Vicente García, Francisco Escaño, Haizea López, Leonor Ñañez, Rhodea Blasón, Marcos Llemes, Misha Baker, Julieta P. Carrizo.
Portada: Marcos Llemes
Ilustrador: Marcos Llemes
Género: Antología – terror
Fecha de publicación: versión digital, Octubre de 2013.
ISBN: N/A
Número de páginas: N/A
Precio: Descarga gratuita
RELATOS: Los relatos que forman parte de la antología son los siguientes:
1.       Horror en Coventown – Julieta P. Carrizo
2.       TIC, TAC – Tere Oteo Iglesias
3.       900º - Tere Oteo Iglesias
4.       Los fantasmas no existen – Laura Morales
5.       Todas tus mentiras – Kassfinol
6.       Invitados – Cintia Ana Morrow
7.       El sonido de la muerte – Vanesa Vázquez
8.       Posesión – Carmen de la Cuerda
9.       Eppour si muove – Israel Santamaría Canales
10.   Bienvenida, hermana – Laura López Alfranca
11.   El laberinto – Angy W.
12.   Muerte viviente – Angy W.
13.   Tiempo – Nieves H. Hidalgo
14.   El código Dewey – Nieves H. Hidalgo
15.   Ojo por ojo – José Vicente García
16.   Agua Mansa – Leonor Ñañez
17.   El cuerpo – Leonor Ñañez
18.   La uña – Francisco Escaño
19.   El ángel maldito – Itsy Pozuelo
20.   Angustia – Haizea López
21.   El gemelo imperfecto – Rhodea Blasón
22.   Despierta – Misha Baker
23.   Solo un juego – Misha Baker
24.   La enamorada de John Dahmer – Marcos Llemes
25.   Fase de negación – Marcos Llemes


lunes, 19 de agosto de 2013

EN BUSCA DE LA LIBERTAD MENTAL

    Eliana se pregunta por qué se imagina escenas de una película en que un reo muere acribillado. Su mente gira intermitentemente en busca de nuevas ideas, pero no puede quitarse la imagen de la muerte de su cerebro, como si los fotogramas del filme visto hace tantos años, permanecieran impenitentemente en su cabeza.
    Las imágenes del preso muerto aparecen recurrentemente. Le puede tocar, si estira su brazo; le puede gritar, si alza la voz, ....pero duda enormemente sobre si puede sentirla u oírla. Desde que había visto aquella muerte su vida había cambiado destructoramente. Sus múltiples heridas autoinfringidas en los antebrazos, en sus piernas y, demás partes de su cuerpo, así lo acreditaban. En la obscuridad de su hermética habitación soñaba, pero su mente no le producía escenas alegres.
    Oyó el ruido de un cerrojo al descorrerse. La puerta se abrió y se encontró directamente enfrentada a un hombre pequeño y vestido de un blanco impoluto. Era su médico. Ella lo odiaba ciegamente por no ser capaz de sacarla de aquella cárcel que le creaban sus sentimientos. Se irguió lentamente de la silla que la mantenía sentada, la agarró por la parte superior y gritando y corriendo le clavó dos pies del taburete en su fofa barriga en busca de su libertad mental.