jueves, 16 de febrero de 2017

ADUCIDOS POR LOS MOVILES, por Rhodéa Blasón



           Parece increíble que un aparato móvil de telefonía consiga anular la conciencia de un ser humano, véase la gente que por culpa de ir wasapeando con el móvil cae al mar, cruza la carretera sin mirar si vienen coches, no observan lo que sucede a su alrededor, no ven a las personas en la calle ni las saludan, ...en definitiva, se abstraen del núcleo de sociedad en el que viven. Algunas personas llevan en una mano su tan querido móvil del que no separan su vista y en otra un carrito con un niño pequeño al que no le hacen ni caso. Son muchos los casos de gente aducida por los móviles.

         En una humanidad casi asocial, en la que las personas son incapaces de relacionarse unas con otras frente a frente (siempre hablo en general), es importante el excesivo valor que se le da a estar enviando y recibiendo mensajes de wasap de manera continuada, incluso con seres a quienes no conocen. Los aparatos de telefonía móvil son muy importantes en la vida real, siempre y cuando se les dé de manera única el valor que tienen y se utilicen conscientemente. Pero si el uso al que se destinan no es responsable se convierten en algo baldío y en un juego para ignorantes. Saber utilizar de manera conveniente las nuevas tecnologías no es tarea fácil, hay que ser capaz de no pensar que por ganar en un juego informático de niveles uno tiene más capacidades que los demás, hay que saber que contar la vida privada propia a los desconocidos puede tener consecuencias de elevada gravedad, hay que prever que por “colgar” fotos de los hijos menores de edad en la red se les puede acarrear un peligro serio y hay que concienciarse de que siempre se puede observar mejor la sinceridad de las personas hablando con ellas cara a cara y mirándoles a los ojos.


         El aducimiento de los móviles viene dado porque hay personas que tienen su vida vacía y llena de soledad, aunque vivan muy acompañados. Hoy no se promueve la conversación como antaño. Una tristeza!!!! Quien no sabe como entretenerse de manera inteligente y práctica se engancha al móvil, quizá porque no son capaces de interactuar activamente en conversaciones con otras personas. Es una pena que haya gente aducida por un simple móvil, que te puede salvar la vida si necesitas hacer una llamada urgente o hacértela perder si te distráes con el en el coche. ¿Qué tipo de vida les esperará en el futuro a los aducidos por el móvil? 


  

lunes, 30 de enero de 2017

CAMINO DE PERDER EL TRANSPORTE PUBLICO EN LA COSTA DE LUGO, por Rhodéa Blasón


       Si levantasen la cabeza aquellos hombres visionarios que con caballos
(a veces uno sólo) y carros crearon las líneas de unión pública a principios
del siglo pasado entre las diferentes poblaciones de A Mariña lucense
morirían de pronto con pena por la mala gestión que se hizo de su herencia
en el mundo del transporte. Muchas personas que lean este artículo quizá
no lo crean, pero antaño en esas carretas, tal y como en el antigüo oeste,
viajaban juntos animales y viajeros hasta que alrededor del año 1910
comenzaron a llegar aquellos coches de transporte público que tenían el
volante a la mano derecha y que debían ser conducidos por hombres fornidos,
duros y con una fuerza extrema que les permitía girar la rueda directora a base
de pulsos de fortaleza, los frenos tenían que ser subidos y bajados en muchas
ocasiones para frenarlos o darles a una manivela situada en el frente del autobús,
en el exterior, para encenderlos.
     ¿Cuántos años pasaron? ¿En dónde quedan los esfuerzos de estos pioneros
del transporte público? ¡Cuántas preguntas podría hacer y que no tienen una
respuesta racional, sólo decir que es fruto del progreso! ¡Cuántas familias vivieron
con dignidad gracias a las rutas de línea que forjaron aquellos antecesores que
veían que el transporte público era una necesidad.
    En A Mariña tenía las líneas de transporte la familia Nistal, originaria de Ribadeo,
y que bautizó su empresa con el nombre de la localidad que los vio crecer
empresarialmente, Empresa Ribadeo; en la zona de Ferrol, un médico llamado
Pita, gran gestor, y su cuñado (hermano de su esposa) gobernaban la empresa
El Ideal Gallego, que más tarde pasó a ser IASA. Grandes emprendedores que
entraban por Vilalba a Lugo y unían desde Ferrol a Ribadeo, pasando por la capital
de A Terra Chá. Grandes chóferes y empleados que nunca a nadie dejaron en tierra,
tuvieran o no dinero, viajaran dentro del autobús o en la baca. Unos iban a estudiar,
otros a trabajar, ...otros al médico o los mismos empleados de la empresa viajera
hacían el trabajo, de matera altruista, que hoy realizan las asesorías cobrando.
     ¡En qué pocos años cambió todo! ERSA e IASA se venden a una multinacional
inglesa que no obtiene los rendimientos económicos necesarios para mantener las
líneas. Quizá los usuarios deberíamos pensar que si todos utilizamos el transporte
público contaminamos menos, mantenemos puestos de trabajo y conservamos
parte de nuestra historia, entre otras cosas.
    Por otro lado, los autobuses se conducen como un coche particular (créanme
que sé mucho de lo que hablo), se toca un botón y va solo, no se requiere ni mayor
fortaleza ni mejores reflejos que los demás (no denosto la profesión, la pongo
en valor), por lo tanto el trabajo que antaño hacían dos personas y un mozo
en cada parada ahora lo realiza un hombre solo. Aunque acumule horas de trabajo,
porque conducir un autobús, aunque mejoraran los medios, no es tarea fácil.
     Además, tenemos los enormes gastos de una empresa del transporte que hace
que los billetes de viaje sean más caros: viajan pocas personas, el gasóleo
sube como "el café en una cafetera", los seguros son carísimos, las ruedas y
mantenimiento de los coches, ...sueldos. 
    Los tiempos que vivimos son difíciles para todos, también para las grandes
empresas del transporte que al no tener viajeros no tienen viabilidad económica
para mantener las líneas fundadas hace más de cien años, pero es una pena que
rutas por las que tanto se luchó no tengan posibilidad de subsistir.




                                      Foto del blog: http://asifuimosasivivimos.blogspot.com.es/
                                

martes, 24 de enero de 2017

“LA BERZA RIZADA Y EL GRELO CHAIREGOS ...MEJOR EN EL PUCHERO”, por Rhodéa Blasón



      No me cabe la menor duda de que la comarca de A Chaira desborda en exquisiteces para nuestros delicados paladares. Productos todos ellos de primera calidad y a los que no me canso de elogiar. Pero en esta ocasión voy a centrarme en dos artículos que para mí son un auténtico deleite para degustar: la berza rizada y el grelo de A Terra Chá. Yo he probado estos frutos en distintos puntos de nuestra geografía y nunca he saboreado la dulzura de la berza rizada y del grelo chairegos. Son blandos al paladar y con un sabor que los diferencia con mucha notoriedad. Berza rizada, de pequeña estatura, regordeta y con sus hojas ensortijadas hacia el exterior; el grelo, alto, elegante y con sus láminas más aplanadas. La primera, con poco y fino tallo; el segundo, con largo y grueso brote que al cocinarse se vuelve tierno y suave cual miel a los labios.

    Multitud de recetas y muy variopintas incluyen cada vez más estos dos ingredientes chairegos. Los cocineros tradiccionales continúan haciendo con ellos el caldo y cocido gallegos, empanadas y ensaladas calientes entre otras viandas; pero los “chefs” más vanguardistas los utilizan ya como gelatinas y sabrosos patés de grelos que hacen de ellos auténticas delicias gastronómicas. La verdad es que sólo hay que tener imaginación para llevar a cabo su preparación que acepta tantas posibilidades como seas capaz de crear. Tanto la berza rizada como el grelo son productos muy agradecidos a la hora de su preparación y en las fuentes o soperas resultan la mar de vistosos, solos o acompañados.


    En la actualidad se venden también en conserva todo el año, para la elaboración de recetas más rápidas e integrarse en nuestras despensas para echar mano de ellos según nuestra apetencia. También pueden ser congelados, para no prescindir de poderlos saborear cuando no están en plena temporada. Pero no olvidéis nunca que “la berza rizada y el grelo chairegos ...mejor en el puchero”.



martes, 20 de diciembre de 2016

"PARA GALLINAS Y CAPONES ...A CHAIRA", por Rhodéa Blasón


        “A galiña de Mos” (San Xiao de Mos-Castro de Rey) es una delicia gastronómica que cada vez es más conocida fuera de los límites naturales de A Chaira, no sólo por el impulso publicitario que desde el Concello y vecinos se le otorga, sino que también porque es un artículo culinario de primera calidad y a tener muy en cuenta en las próximas comidas familiares que celebraremos estas Navidades o en cualquier otra fecha señalada en el calendario. En una zona en la que destacamos los típicos y conocidos “capones de Vilalba”, que viajan por el mundo para ser degustados en las mesas más prestigiosas y por grandes personalidades, no podemos obviar en ningún momento “a galiña de Mos” de Castro de Rey que pasito a pasito va adquiriendo cada vez más reconocimientos en establecimientos de restauración y en casas particulares que aprecian su buen sabor.

      Es interesante conocer los productos de nuestra tierra, comprarlos, probarlos en las suculentas y variadas recetas en las que se pueden elaborar y publicitarlos. Ni los “capones” ni la “gallina de Mos” nos defraudarán en ninguna ocasión, porque tienen tan variadas maneras de ser preparados como nuestra imaginación quiera crear. Y son muchas las explotaciones que viven de estos exquisitos productos que deleitan a cualquier paladar, consideración importante a tener en cuenta.


      A Chaira (Lugo) es tierra de excelentes productos autóctonos con cualidades únicas que hacen las delicias de quienes quieren saborear artículos de índole natural, tratados con el máximo cariño y atención por quienes los producen, que se sienten satisfechos de que lleguen a tan diferentes hogares y restaurantes. Por eso, yo, después de probar ambos artículos siempre que puedo, no me canso de repetir que “para gallinas y capones, ...A Chaira, sin dudarlo nunca”.  


jueves, 22 de septiembre de 2016

SEÑORES POLITICOS, por Rhodéa Blasón


        En menos de un año acudimos en dos ocasiones a las urnas para elegir a quién gobierne España durante la próxima legislatura. Pero en las dos elecciones la formación de gobierno fue fallida (no es el momento de explicar por qué). Pero yo vuelvo a lo de siempre, ¿eses señores que se dedican a la política son conscientes de lo que significa representar a los ciudadanos que les confiaron su voto? ¿Se dan cuenta de la cantidad de españoles que mal viven con subsidios de apenas cuatrocientos euros al mes?.

      Al margen de partidos, colores o siglas políticas yo creo que no quieren darse cuenta de lo mal que lo está pasando la ciudadanía. Los discursos que se escucharon en cualquiera de las dos últimas sesiones de investidura no convencen a nadie. El pueblo está harto de que lo amenacen con los consabidos recortes económicos a los pensionistas, funcionarios, educación, sanidad y demás. Los señores políticos cobran sustanciosos emolumentos económicos (algunos por dormir en el parlamento, otros por no asistir a las sesiones y otros por jugar con los aparatos electrónicos que les pagamos los españoles de a pie); estas personas que dicen buscar lo mejor para nosotros incrementan su elevado sueldo participando en distintas comisiones en las que nunca se llega a ningún acuerdo, Tienen de manera gratuita un elevado número de servicios de los que la mayoría de los votantes (que sí los tienen que pagar) no son conscientes de que les son regalados y sus pensiones son vitalicias.

      En el mes de septiembre, en el que todos los padres tenemos que desembolsar una importante cantidad económica para pagar los libros de nuestros hijos, me cansé de escuchar a los políticos reiterando que en España la educación pública es gratuita, ¿en dónde?. La Constitución Española así lo estipula, pero no es verdad. Yo por el libro más económico que compré para mis hijos para una sola asignatura pagué treinta y ocho euros, sumen a esto que la asignatura tenga varios libros, eleven la cantidad del precio según las materias y multiplíquenlo por el número de asignaturas. No hace falta ser matemático para darse cuenta de que, como mínimo, hablamos de cuatrocientos euros, sin contar material escolar. Y, por favor, no se corten, ya puestos, si sus hijos van a la universidad, cuyas matrículas y tasas son excesivamente abusivas y el coste de los libros, y gastos colaterales, en esta etapa es impresionante, miren de hipotecarse porque sino ¿cómo vamos a mantener a nuestros hijos en esta etapa de preparación anterior a la laboral?. ¿Tal vez interesa que los jóvenes no se preparen adquiriendo conocimientos? La Educación es Cultura, y un país que no fomente esta premisa no tiene futuro.

      En esta España en la que vivimos los políticos no se dan cuenta de que los gastos de estudios en la mayoría de los casos los asumen los abuelos, ¿y qué pasa con quién no los tiene? ¡No podrá estudiar!. Si me intentan hablar de becas diré que son un “engañabobos” porque muy pocos estudiantes, a pesar de que tengan buenas notas, llegan a ellas. Pobres abuelos, que pagaron toda una vida para vivir sin preocupaciones en su jubilación y ahora tienen que mantener a los hijos en el paro y a los nietos estudiantes sacando dinero de las ventas de los pocos recursos que pudieron ahorrar durante tantos años. O exquilmando sus excasas pensiones para aportar dinero necesario para que sus nietos tengan la educación que ellos no pudieron tener y que sus padres no pueden mantener por estar en el paro o hipotecados. Estos mayores tienen que hacer tantos números para llegar a final de mes que si piensan en pagar la farmacia no comen o viceversa, y dedican su precariedad a ayudar a hijos y nietos sin poder disfrutar con alegría de la paga por la que tanto lucharon.


       Hablar de educación pública gratuita en un mes en el que la mayoría de las familias españolas tienen que empeñarse para pagar los libros con los que poder dar una educación digna a sus vástagos y vestirlos de cara al invierno me parece una falacia, como muchas cosas más de las que hablan los señores políticos que parecen no darse cuenta de la verdadera gravedad de la situación económica actual.

      Un pueblo sin Educación es manipulable: la Educación es uno de los Derechos Fundamentales que los políticos niegan a nuestros hijos; también lo es comer, tener una vivienda digna, una vejez tranquila y serena, ...pero todo esto no interesa. Es mejor mirar para otro lado; prometer siempre en campaña electoral, pero luego olvidar lo prometido. ¡Las palabras se las lleva el viento! ¿Cuántos años más podremos sobrevivir así?



jueves, 4 de agosto de 2016

ALGUNOS BANCARIOS, por Rhodéa Blasón

No me gusta ir al banco. Lo detesto! Pero creo que mientras existan personas que realicen sus trámites bancarios a través de sus oficinas todavía se conservarán los puestos de trabajo de quienes laboran en ellas. Por eso me obligo a ir, aunque es algo que me resulta fastidioso, porque siempre hay colas, a veces falla la hay línea con internet, cada vez son más frías las oficinas, ...en definitiva, que esperar me supone una enorme pérdida de tiempo y un mayúsculo cansancio emocional. La verdad es que cuando yo acudo durante el invierno a las entidades bancarias con las que hago mis transacciones económicas todo lo anterior viene convenientemente suplido por la persona que me atiende, que me conoce, que hablamos y se atiene únicamente a hacer las operaciones que quiero y que le indico, con eficacia y eficiencia. Pero yo en verano viajo. Viajo mucho. ...Y en esta semana, recién llegada a una gran ciudad, con cansancio adicional y con otro viaje imprevisto a mayores, he tenido que ir a dos oficinas bancarias, de bancos diferentes, en las que he presenciado escenas inusuales: en una de ellas, observé un trato prepotente y faltón hacia las personas mayores mientras esperaba mi turno, podría decir que vejatorio, y, en la otra, una dejadez y desfachatez que raya en la estulticia supina, en ambas por parte de las personas que en ellas trabajan por lo que me he quedado estupefacta. Lo mínimo que tiene que tener una persona que trabaja de cara al público es educación y respeto por los clientes. Nosotros les pagamos el sueldo a los bancarios (gracias a que la entidad trabaja con nuestro dinero y cobra unas comisiones altísimas ellos tienen mensualidad), aunque puedan creer que por que trabajan en un banco son banqueros. Craso error! El banquero es el dueño del banco (persona que no necesita trabajar, con suculentos emolumentos económicos y para el que los que trabajan para él son sólo números) y el bancario no deja de ser el último eslabón de la cadena: es decir, nadie. 
 
Aunque todavía en el siglo XXI haya quien piense que es el no va más ser bancario, casi un “funcionario”, quedan muchos que no tienen estudios y que fueron enchufados cuando dar trabajos a dedo era corriente. También los hay sin escrúpulos y sin empatía por las personas que tienen enfrente. Pero hoy, que todos accedemos a la banca electrónica desde dónde queremos y cuándo nos apetece, no se dan cuenta de que sus oficios (bancarios, meros oficinistas) penden de un hilo. Es patético que en una de esas oficinas que nombraba en párrafos anteriores una señorita muy bien plantada detrás del mostrador pero totalmente inepta, no le importe hacer perder en una operación casi mil euros a un cliente y que, al darse cuenta, trate de vendarle los ojos ofreciéndole un seguro ¡nada menos que de decesos! como si le estuviese regalando algo. Al final tuvo que mediar el director porque ella tenía más que decir que el pobre señor. No sé cómo arreglarían en el despacho direccional porque directores conciliadores hay pocos, otros están cansados de pedir disculpas por el mal hacer de sus subordinados y otros sólo son presenciales, ni relaciones públicas (¿qué es eso?), ni les importa empatizar con los usuarios, permanecen escondidos en sus cubículos haciendo que hacen y sin hacer nada en realidad. La cruel realidad se impone siempre y a quienes ya tenemos una edad nos hace recordar a aquellos trabajadores de banca que en pantalón y camisa visitaban a "puerta fría" las casas de los potenciales clientes, dando la cara y ofreciendo su reputación como aval para conseguir incrementar el número de apertura de cuentas de ahorro. Me pregunto cómo hacían los bancarios hace cuarenta años, cuando tenían que buscar clientes, convencerlos para trabajar en el banco que representaban (tarea ardua difícil), cobraban, pagaban y puntuaban cada operación a mano, es decir, con lápiz y papel, y con una eficacia digna de admirar. Fidelizaban a cada persona que se prestaba a trabajar con ellos: esos bancarios se convertían en el banco, tenías un apuro y te ayudaban a solventarlo, los llamabas un domingo y acudían. Daban la cara! Estaban siempre al pie del cañón para no perder a las personas que depositaban su confianza en ellos. ...Y eran serios, muy serios. Hoy, muchos de los que trabajan en los bancos, dejan en pésima situación el excelente trabajo realizado por sus antecesores escondiendo la cabeza detrás de la pantalla del ordenador, como si fuesen avestruces. No mirando a la gente que hace colas, es más, no les interesa para nada personalizar el trato con quien tiene el dinero en su banco. No tienen respeto por ellos, véase sino el caso de las famosas “preferentes” vendidas por seres trajeados a personas mayores, en la mayoría de los casos dejándoles sin los ahorros de sus vidas, o el de los "depósitos basura" (¿les gustaría que se engañase así a sus padres o abuelos?). Y, lo peor, es que no hay síntomas de arrepentimiento alguno. Afortunadamente no son todos así, pero siempre paga justo por pecador. Aunque los que no son así, tienen que estar a las órdenes de los que sí lo son. Es una pena!
Reitero que cada vez somos menos las personas que utilizamos el banco físicamente, ya que la banca online por fortuna está al alcance de todos y, por suerte, se impone con fuerza. Una vez se cierren todas las oficinas, que tal como evoluciona la sociedad será pronto, veremos qué ocurre con la cantidad de personas que trabajan en algunos bancos y que no saben en donde tienen la mano derecha, aunque a ellos les parezca que sí. A algunos no les importa porque piensan cobrar indemnizaciones millonarias, pero yo no me fiaría tal y como están los tiempos de convulsos. El banquero no tiene nada que perder y si puede despedir sin indemnizar lo hará, siempre que lo ampare la ley. Bancarios, no hay peor ciego que el que no quiere ver!!!


lunes, 1 de agosto de 2016

LA ENVIDIA, ¿SANA O NOCIVA?, por Rhodéa Blasón

           Cuánto se puede hablar sobre la envidia! Podríamos llenar inmensidad de páginas con referencias argumentando sobre si la tristeza sobre los bienes ajenos existe, es buena o mala, al tipo de personas que puede afectar, si consiguen ser más felices que el prójimo, ...aunque no descubriríamos nada nuevo, pero sí muchos lectores de estas líneas identificarían a personajes cotidianos que se pudiesen encasillar en esos términos: “ENVIDIOSOS”. Evidentemente, todos en este mundo hemos conocido a personas celosas patológicas, hemos hecho vida social con ellas, incluso trabajado sin percances, pero descubriendo que quienes sufren de este padecimiento son tristes, muy desdichados y, que en mi opinión, ni son totalmente libres ni felices. Anhelar continuamente los bienes o los éxitos de sus semejantes es un grave padecimiento que corroe por dentro a quien lo sobrelleva.

           Llegados a este punto podríamos deducir que, observando, vemos como la envidia enferma a quien le angustia el corazón y la mente, haciéndole apartarse incluso de la realidad habitual, familiar y social. Un prestigioso siquiatra forense y escritor madrileño al que me une una gran amistad reitera a menudo que “las desgracias las provocan la envidia, los celos y la ignorancia”. Y yo estoy de acuerdo. Un padecimiento tan grave que impide ser feliz a quien lo vive no puede ser sano en ninguno de los casos y sí tan nocivo como la más malsana y maligna de las drogas que existen en nuestra humanidad.


           Lo peor de todo es que los seres poseídos enteramente de esta gran lacra social hacen infelices a sus familiares más cercanos que ven como se consumen soñando con lo que no pueden tener. Es como el cuento de “La Lechera” que sueña y sueña con lo inalcanzable para ella. Aprendamos a ser felices con lo que tenemos, sonriamos a la vida y enfrentémonos a ella con valentía no con recelos perniciosos y malévolos.