La verdad es que escribir esta novela me ha resultado gratificante como terapia personal. En los envidiables parajes de Piornedo se suceden y entrelazan historias que me transportaron a mi niñez, sin ser este un libro autobiográfico. Pero he plasmado en él, mi amor por uno de los muchos paisajes gallegos de incomparable belleza, de tradiciones añejas, de historia transmitida por el boca a boca, por la buena cocina, elaborada con cariño y tiempo, ...en fin, en muchas de las páginas que leáis están escondidas las enseñanzas recogidas por mi de labios de mi abuelo: una persona muy singular y muy querida por mi.
Yo soy una de las grandes defensoras de la ALDEA porque de ella parte mi historia como persona y creo que en Galicia y en muchos otros lugares aquell@s amantes de la vida afable y sencilla me endenderéis perfectamente. Espero que cada hoja que leais de "Carmiña, una mujer de aldea" sea tan maravillosa para vosotr@s como para mi.
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