El mes de marzo está dedicado a la
Mujer y el ocho del mismo mes se conmemora el día de la Mujer
Trabajadora. Son símbolos a tener muy en cuenta en los tiempos en
los que vivimos, en los que todavía hay necios que se permiten decir
que “las mujeres no somos inteligentes, ni fuertes y sí muy
pequeñas”. Tal vez estos seres no hayan sido paridos por mujeres,
no tengan hermanas o hijas y por eso su aguda perspicacia mental
salida de tono de la que se jactan por doquier.
Como mujer, y mujer
trabajadora obligada a tener que conciliar la vida laboral con la de
mi casa, debo decir que afortunadamente hay hombres que ayudan a que
esto pueda realizarse, como es mi caso. Que nunca he cobrado menos
sueldo que un hombre por hacer el mismo trabajo, cosa que no pueden
decir muchas mujeres que todavía se ven sometidas por la desigualdad
salarial, algo que nunca he entendido: A igual trabajo, igual sueldo;
pero por desgracia nos queda mucho por andar para que esto pueda ser
una realidad social y existiendo todavía algunos individuos
ignoranrtes ocupando sillones de altos cargos políticos que impiden
que las mujeres sean consideradas como semejantes. También existen
los casos en los que por los mismos hechos las mujeres son despedidas
y los hombres sólo son degradados, y de los que poco se habla. ¡Pero
existen!. El machismo enrarece la vida laboral creando malestar entre
los trabajadores y hay hombres que se aprovechan maliciosamente de
ello.
Si queremos una sociedad
paritaria hay que educarla de esta manera. Una mujer puede hacer el
mismo trabajo que un hombre (no me vengan con la letanía de la
fuerza, que hoy hay máquinas); puede mandar con la misma
responsabilidad y capacidad que un varón y, por supuesto, nuestra
inteligencia está totalmente equiparada a la de los hombres (aunque
aquí habría un debate importante que no les gustase demasiado a
esos mamarrachos que dicen que nosotros no la tenemos); no somos
tampoco inferiores a los hombres, siempre y cuando estemos en
igualdad de condiciones; y, por supuesto, no somos seres diminutos ni
pequeños, aunque existan algunos hombres mezquinos que así lo
crean.
Me sigo preguntando de que
caverna de la Prehistoria y de que seres majaderos habrán salido
esos hombres que abren tanto la boca convirtiéndose en abyectos y
que creen que pueden tratarnos a las mujeres como a principios del
siglo pasado. A ellos tal vez no les interese, pero las mujeres
crecemos y aprendemos de nuestros errores, trabajamos lo triple para
conseguir ser mejores en nuestros trabajos y nos abrimos camino
alcanzando puestos de responsabilidad en los que algunos hombres no
son capaces de pactar ni negociar soluciones positivas.
Esos seres son cavernícolas.¡Anda que no queda trabajo que hacer aún...!
ResponderEliminarUuff, proliferan como los parásitos a cuenta de desprestigiarnos a las mujeres. Saludos Tracy
EliminarEn Argentina hemos retrocedido en las últimas dos décadas al punto de que tenemos que luchar por el fin del acoso y la violencia que se lleva la vida de una mujer cada menos de 24 horas, dejando además niños huérfanos. Me pregunto qué podrán hacer con sus vidas cuando crezcan, si no estaremos ante nacimiento de una generación de seres emocionalmente mutilados. Abrazo y feliz día.
ResponderEliminarEs una pena ...
EliminarHola de nuevo amiga , me gusta lo que has escrito pero no sé hay algo que falla, y somos nosotras y te digo porque:
ResponderEliminarLa culpa a veces la tenemos nosotras mismas pq no nos hacemos valorar todo lo que se ha luchado en el siglo pasado a veces se va al garete por culpa del consumismo y los cánones que se anteponen a la belleza y de eso nosotras tenemos la culpa ... valorémonos por nosotras no por un físico y hasta que eso no cambie no lograremos una igualdad ante ellos , así pues si todas juntamos las fuerzas y ganas la lucha esta ganada , entre otras cosas somos más y mucho más inteligentes ( siempre hay excepciones) no todo es blanco y negro y en esta batalla hay que reconocer que hay hombres que apoyan la causa.
Un saludo y espero no haberme pasado , gracias.