miércoles, 8 de febrero de 2012

LA MADRE NATURALEZA

La luz fluye en estado de claridad; los rayos del sol se reflejan en las maravillas de la madre naturaleza.
La vida no es siempre felicidad; los indicios de nuestra soledad no dejan que los destellos fluorescentes nos lleguen a los ojos.

NUESTRO ANIMO, UNA OPERA MUSICAL

Nuestro estado de ánimo es similar a una ópera musical. Según nuestros estímulos podemos convertirnos en un Adagio, un Allegro o un Presto. Todo depende del momento que vivamos y los azares que le afecten.

EL PRESENTE NO EXISTE

El presente no existe. Vive ahora, el momento, y cuando digas presente será futuro.

LUCHA CONTRA EL CANCER

¡CANCER!

Una lucha mordaz,
con una carabina apuntándote;
no dejes de ser tenaz,
y la vida seguirá alimentándote.

Con esta pesada carga
apenas se puede ser positivo;
pero el combate aciaga.
¡No sabe de tu optimismo!.

Lucha con sinceridad,
olvida carabinas y espadas,
vive con plenitud exagerada
y vencerás esta desgraciada lacra.

SI VIVES SIENTES

Si sientes vives,
si vives sufres,
si sufres lloras
y si lloras estás triste.

Vale la pena vivir,
vivir sin sufrir,
sufrir sin llorar
y no llorar por estar alegre.

Si nazco soy,
si soy tengo,
si tengo valoro
y si valoro quiero.

Mi vida es mía,
la comparto con quien deseo,
me siento adorada
y eso es mi mayor recompensa.

Mucho hablar de gratuidad y gratis no hay nada.

MISERIA HUMANA

Hace tiempo, muchos años, que me lo temía. Ayer, por desgracia, he descubierto la miseria humana en la que se ha convertido alguien a quien yo apreciaba. Nunca pensé que una persona pudiese caer tan bajo y estar tan materializada que pierda toda su humanidad y decencia por conseguir dinero para alternar con lo que él cree son de "alta alcurnia". Durante treinta y ocho años de mi vida me ha perjudicado con sus decisiones y discursos anodinos, pero ayer me dio "patente de corso" y "libertad absoluta" para hacer lo que me venga en gana. Soy dueña de lo que soy por Ley; yo no las he hecho.
No me gusta jurar pero voy a hacer como Scarlett O'Hara en "Lo que el viento se llevó": "Pongo a Dios por testigo que la próxima vez que esta persona o alguien de su entorno quiera hablar conmigo tendrá que arrodillarse para conseguir que le perdone lo que me ha hecho a mí y a mis seres queridos, y pagará precisamente con dinero lo que desprecia por soberbio".