lunes, 7 de octubre de 2013

YA ESTA DISPONIBLE LA DESCARGA GRATUITA DE LA ANTOLOGÍA AMENTIA


ANTOLOGÍA AMENTIA

Amentia es una antología que nace con una finalidad: juntar autores noveles de todo el mundo para compartir terroríficos relatos, bajo un tema: “La locura”, en cualquiera de sus facetas. Después de una convocatoria donde se recibieron relatos de diversos países tanto europeos como latinoamericanos, de una exhaustiva selección, y una votación de lectores, llegan a nosotros los relatos finalistas de este certamen. Pero, además, no solo es una antología de fantásticas historias, sino que cuenta con el prólogo del escritor de terror Juan de Dios Garduño.
Amentia es locura, muerte, amor enfermo, presencias sobrenaturales, enfermedad… pero sobre todo, Amentia es una compilación de relatos donde los autores queremos regalar, a todos los amantes del género, una buena antología de terror.
 Amentia Epub  ya se encuentra disponible para descarga gratuita en formato MOBI. y EPUB, para que puedan leerla en cualquier lector, Tablet o Pc. Para ello solo tenéis que entrar a la página web: http://amentiantologia.wix.com/amentiantologia#!dondeconseguirlo/chgz y clickear en el link que los llevará a la página de descarga en BUBOK. Como estos relatos se alimentarán solo de los comentarios de los lectores, agradeceríamos que aquellos que los leáis, se den un pequeño tiempo para puntuarnos y dejarnos su opinión, que es muy importante para nosotros.
Amentia ha llegado para quedarse… y formar parte de sus pesadillas. ¿Estáis preparados para adentrarse a este mundo de locura?

Título: Antología Amentia
Autores: Juan de Dios Garduño, Tere Oteo Iglesias, Nieves H. Hidalgo, Laura Morales, Angy W., Laura López Alfranca, Itsy Pozuelo, Kassfinol, Cintia Ana Morrow, Vanesa Vázquez, Carmen de la Cuerda, Israel Santamaría Canales, José Vicente García, Francisco Escaño, Haizea López, Leonor Ñañez, Rhodea Blasón, Marcos Llemes, Misha Baker, Julieta P. Carrizo.
Portada: Marcos Llemes
Ilustrador: Marcos Llemes
Género: Antología – terror
Fecha de publicación: versión digital, Octubre de 2013.
ISBN: N/A
Número de páginas: N/A
Precio: Descarga gratuita
RELATOS: Los relatos que forman parte de la antología son los siguientes:
1.       Horror en Coventown – Julieta P. Carrizo
2.       TIC, TAC – Tere Oteo Iglesias
3.       900º - Tere Oteo Iglesias
4.       Los fantasmas no existen – Laura Morales
5.       Todas tus mentiras – Kassfinol
6.       Invitados – Cintia Ana Morrow
7.       El sonido de la muerte – Vanesa Vázquez
8.       Posesión – Carmen de la Cuerda
9.       Eppour si muove – Israel Santamaría Canales
10.   Bienvenida, hermana – Laura López Alfranca
11.   El laberinto – Angy W.
12.   Muerte viviente – Angy W.
13.   Tiempo – Nieves H. Hidalgo
14.   El código Dewey – Nieves H. Hidalgo
15.   Ojo por ojo – José Vicente García
16.   Agua Mansa – Leonor Ñañez
17.   El cuerpo – Leonor Ñañez
18.   La uña – Francisco Escaño
19.   El ángel maldito – Itsy Pozuelo
20.   Angustia – Haizea López
21.   El gemelo imperfecto – Rhodea Blasón
22.   Despierta – Misha Baker
23.   Solo un juego – Misha Baker
24.   La enamorada de John Dahmer – Marcos Llemes
25.   Fase de negación – Marcos Llemes


lunes, 19 de agosto de 2013

EN BUSCA DE LA LIBERTAD MENTAL

    Eliana se pregunta por qué se imagina escenas de una película en que un reo muere acribillado. Su mente gira intermitentemente en busca de nuevas ideas, pero no puede quitarse la imagen de la muerte de su cerebro, como si los fotogramas del filme visto hace tantos años, permanecieran impenitentemente en su cabeza.
    Las imágenes del preso muerto aparecen recurrentemente. Le puede tocar, si estira su brazo; le puede gritar, si alza la voz, ....pero duda enormemente sobre si puede sentirla u oírla. Desde que había visto aquella muerte su vida había cambiado destructoramente. Sus múltiples heridas autoinfringidas en los antebrazos, en sus piernas y, demás partes de su cuerpo, así lo acreditaban. En la obscuridad de su hermética habitación soñaba, pero su mente no le producía escenas alegres.
    Oyó el ruido de un cerrojo al descorrerse. La puerta se abrió y se encontró directamente enfrentada a un hombre pequeño y vestido de un blanco impoluto. Era su médico. Ella lo odiaba ciegamente por no ser capaz de sacarla de aquella cárcel que le creaban sus sentimientos. Se irguió lentamente de la silla que la mantenía sentada, la agarró por la parte superior y gritando y corriendo le clavó dos pies del taburete en su fofa barriga en busca de su libertad mental.

miércoles, 26 de junio de 2013

Nuevo blog de mi amiga Aitana Arestevelasco a la que le deseo mucha suerte

Visitad el nuevo blog de mi amiga Aitana Arestevelasco quien realiza unas reseñas impresionantes de los libros que lee y que es conocida por Ruedas porque le fascibna el personaje del mismo nombre del libro Guillermo Fesser. Os dejo el enlace y no dejéis de visitar su blog, os impresionará.
http://volandoentreletrasroalingandreading.blogspot.com.es/

viernes, 10 de mayo de 2013

LA CARCEL, de Rhodea Blason



Fueron días de sol y noches de acción para disfrutar su libertad. Su mente tenía presente este pensamiento en el momento en el que cruzaba la primera gran puerta de acceso a la prisión en donde estaría confinado las próximas 45 primaveras de su vida. Ahora, aunque mantuviese la cabeza alta, comenzaba a sentir miedo. No de lo que había hecho anteriormente, sino de los largos y duros años que le esperaban para vivir en un lugar inhóspito, lleno de incógnitas y en el que nunca creyó que acabase encerrado.¡Vivió a tope! ¡No le asustaban los peligros que le pudiesen acechar cuando estaba bebido, drogado o haciendo las cosas más deplorables que nadie pudiese imaginar! Llegando a la segunda puerta, la que daba paso definitivamente a la cárcel se acordó de su sufrida madre, a quien acuchilló impasiblemente por el poco dinero que guardaba para el pan de la semana. Arrastraba los pies atados a una gruesa cadena que sólo le permitía dar pasos cortos y que a su vez ataba fuertemente sus manos a su espalda. El peor error que había cometido en su vida había sido el de violar y matar a una loca joven que buscaba nuevas sensaciones. Cuando ella le pedía más coca él se la dio, la vio quedarse indefensa por la sustancia que la penetró bestialmente hasta que se dio cuenta de que ella no se movía. Cuando llegó la policía descubríó atemorizado que era la única hija del alcaide del penal de la Roche. Cruzando el gran portalón se sintieron dos certeros tiros que le dejaron allí tendido al sol.

miércoles, 8 de mayo de 2013

VOTACIONES DE LA ANTOLOGIA AMENTIA

Hola amig@s hoy comienzan las votaciones de la Antología Amentia en la plataforma Wattpad. Un relato escrito por mi participa en esas elecciones, por lo que estaría muy contenta de que leyesen los textos en cuestión.
El link en donde deben decir por quien votan y por qué (una pequeña reseña que haga ver que han leído el texto) es el siguiente:
http://www.wattpad.com/16498711-antología-amentia-capítulo-de-votaciones-se-vota?d=ud#.UYqRkKJ7LAw

Les deseo suerte a todas las personas que escribiendo comparten conmigo el honor de estar nominados en esta antología y muchos éxitos para tod@s

lunes, 6 de mayo de 2013

Con el texto que os dejo a continuación participé junto con más compañer@s en la Antología La Llave.
Espero que os guste, que os haga sentir y que me sigáis leyendo. Un saludo
RHODEA BLASON


LA LLAVE, de Rhodea Blason

Caminaba con suma firmeza musicalizando su andar con el ruido que hacían sus elevados
y finos tacones sobre el duro asfalto de la acera de la Calle Real. El sensual movimiento de sus
suaves caderas hacía que muchos viandantes girasen su cabeza cuando ella pasaba con su porte
erguido. Era esbelta, elegante, muy guapa, con su hermoso cabello rojizo bailando al viento, y
sabía cómo sacar el máximo partido a sus atributos físicos. Le gustaba respirar el cálido aire de
la primavera que llegaba a su nariz con un dulzón olor a azahar, que provenía de los árboles que
adornaban y daban sombra a la ancha calle principal de la localidad. Miraba al frente, sin fijarse
en los peatones que se cruzaban con ella, con un semblante alegre que todavía la hacía parecer
más atractiva. Había pasado demasiados meses imaginando lo que podría pasar hoy, en la
reunión que mantendría con sus tíos en relación a la herencia de sus antecesores.
La partición de cualquier herencia, pequeña o grande, siempre supone envidias y egoismos
por parte de los herederos, ya que hay alguno que quiere su parte y la de los demás, y aún así
no se siente satisfecho. En esta situación estaba Eloísa, considerada por sus tíos “el patito feo”
de la familia, ya que pensaban que no tenía dinero ni patrimonio. La mujer, huérfana de madre,
desde demasiado joven se había forjado un buen futuro trabajando duramente desde la
adolescencia. El mérito no fue de ella sola. Había conocido con poca edad al que era su marido,
un auténtico “aguila” para los negocios, y los dos, trabajando codo con codo, juntaron unos
ahorros y un curioso patrimonio que les permitía vivir con comodidad.
La herencia de sus padres era únicamente de ella, ya que había sido hija única por motivos
elegidos por la naturaleza. Sus tíos no decían nada, pero en lo más profundo de sus mentes
germinaban los egoistas pensamientos de por qué ella tenía más que ellos. No se daban cuenta
que su vida había sido muy dura y que estuvo basada siempre en la sencillez y la humildad,
mientras que sus tíos vivían en la ostentación de lo que carecían. Eloísa, con su marido y sus
hijos, viajó, conoció mundo, continuó estudiando gracias al apoyo de quien tanto la quería,
vestía bien, solían cenar fuera varias veces al mes, pero nunca derrochaban su dinero.
Todavía le quedaba cerca de un kilómetro para llegar al lugar en el que se celebraría la
reunión familiar, a la que desde hacía años tenía miedo. El corazón le palpitaba con rapidez.
Sabía que sus tíos se tirarían como auténticos”buitres” sobre lo que le correspondía a ella por
herencia de sus abuelos: le dejarían la peor parte e intentarían embrollarlo todo para que
tuviera que pagarles por algo que por derecho propio era suyo. Sabía que la negociación
sería dura, sin tregua, porque, desde siempre, la consideraban débil, porque no lograban
distinguir entre no querer discutir con idiotas y tener la razón.¡En el fondo le daban pena
porque nunca llegaban a nada!.
Cuando abrió la puerta del local en el que se desarrollaría la reunión, vio los ojos de los
que por sangre eran sus tíos, pero por acciones eran sus enemigos, ya que querían quedarse
lo que por ley le pertenecía a ella. Los miró, uno a uno y con frialdad, fijándose en cada una
de aquellas miradas vacías en las que veía la firma del egoismo. Al cerrar la puerta tras de sí,
vio, con gran cinismo e hipocresía, como cada uno de ellos se levantó de la silla que ocupaba
para plantarle dos besos en cada lado de su cara. Alguno venía acompañado de sus abogados,
otros de sus gestores y Eloísa estaba totalmente sola. Su amante marido había querido
acompañarla pero ella le dijo que prefería solucionar el asunto ella sola, ya que sino nunca
sería quien de enfrentarse a ellos, y eran demasiados años los que llevaba ahogada por su
implacable yugo.
Durante largos minutos se habló de vanalidades sin sentido. Eloísa se sentía incómoda
porque no quería ser ella quien comenzase a hablar de la herencia y parecía que los demás
no tenían prisa en hacerlo. Pero cuando menos se lo esperaba, el prestigioso abogado de
uno de sus tíos comenzó la reunión, divagando lentamente en cuestiones que Eloísa creía
que estaban perfectamente claras y que no eran motivo de discusión. Luego, uno por uno,



fueron eligiendo lo que querían para sí de aquella herencia que tanto había sudado su padre.
Obviaban a Eloísa, nieta de un hombre justo al que no le gustaría ver a sus hijos enfrentados
de aquella manera, y ella permanecía callada. Todos eligieron y repartieron pisos, bajos, dinero,
tierras, … ¡Parecía que ella no estaba allí, porque no le adjudicaban nada!.
Les dejó que siguieran haciendo demagogia barata, porque entre ellos no eran capaces de
ponerse de acuerdo.
-El piso de arriba vale más que el de abajo, me hay que pagar la diferencia- dijo el más
egoista de todos
Y ella veía con absoluta incredulidad como accedían a pagarle sus hermanos, después de
haber sido él el que escogiese aquel piso precisamente. Se apuntó en su herencia, fincas,
pisos y dinero porque decía que se sentía perjudicado por lo que “le había tocado”.
Eloísa, después de ver aquel esperpéntico espectáculo, no daba crédito. Pero tuvo suficientes
fuerzas para carraspear. La primera vez no la oyeron porque lo hizo tímidamente, pero la
segunda tosió con la fortaleza que le daba pensar en sus hijos y en su marido, realmente su
única familia.
Entonces todos callaron y se volvieron sus miradas a ella.
-Tranquila tú tienes la finca de las Moreras -le dijo otro de sus tíos -y como es grande
tendremos que ponernos de acuerdo a ver cuánto te toca pagarnos a cada uno.
Pero si la finca que le dejaron era la peor, pensó Eloísa, me toca por herencia y todavía
pretenden cobrarme por ella, me están estafando directamente. En aquellos momentos echó
de menos a su esposo, allí haciéndole compañía y no dejando que la explotasen aquellos
negreros que nunca trabajaron ayudando a su padre y ahora se peleaban por lo que él había
dejado.
El último tío que había hablado se dirigió a su abogado:
-Es mejor que hagas las cuentas para saber qué le toca a mi sobrina, ya que una vez que
lo sepa puede marcharse cuando quiera.
¡Pobres estúpidos!. Eloísa y su marido temiéndose lo peor, habían estado investigando en
los papeles de su abuelo y sus padres. Habían pedido “hojas simples” para saber quienes
eran los propietarios de todo lo que había. Pero lo habían hecho demasiado tarde, ya muchas
fincas habían sido vendidas por sus tíos, mediante trampas acogidas a vacíos legales. Aún así,
estaban tan cegados por quien se llevaba la mejor parte que no se dieron cuenta de la excesiva
tranquilidad y calma que desprendía Eloísa.
Cuando Eloísa se cansó de oirlos decir sandeces, se levantó y les dijo con voz fuerte:
-No sé por qué discutis tanto si yo soy quien tiene La Llave para resolver esta herencia
Sus tíos se miraron y comenzaron a reirse sin dar crédito a lo que acababan de oir. Eloísa
podía leer claramente en sus duras caras “¿qué dice esta insensata?”.
-Lo tuyo ya está solucionado -le contestó otro tío- No tienes de qué preocuparte. El día que
vayamos a la notaría firmas y ya eres dueña de la finca que te tocó.
-¿Pero es que no os dais cuenta? -preguntó Eloísa elevando la voz más de la cuenta. -¡Os
estoy diciendo que todo lo que hacéis es valdío. La llave para arreglar todo este embrollo la
tengo yo.
-¿De qué Llave hablas? -le preguntó el abogado de uno de sus tíos
-Estáis repartiendo la herencia sin contar conmigo, y yo soy la única que puede hacer
efectiva esta herencia. Sigo diciéndoos que yo soy La Llave para que esto se arregle. Aunque
no lo creáis. Los papeles del Registro de ls Propiedad así lo exponen.
Volvieron a mirarse nuevamente y esperaron a que Eloísa se explicase:
-Sois demasiado egoistas para ser buenas personas. Creéis que sois lo suficientemente
inteligentes como para saberlo todo, pero a pesar de traer a vuestros abogados, no habéis
hecho bien el reparto de la herencia. Estáis repartiendo humo, ya que los solares en donde


están construidas las casas de las que ya os adjudicásteis los pisos que os convinieron los puso
vuestro padre, mi abuelo, a nombre de mi padre. Por lo tanto, os vuelvo a decir que no podéis
repartir nada sin contar conmigo que tengo La Llave, es decir, soy la dueña del terreno y
conmigo tendréis que arreglar debidamente si queréis que os firme en la Notaría.
Eloísa tuvo que parar para coger aire y respirar, se notaba acalorada y nerviosa, no se
atrevía a mirar a sus tíos a los ojos, por lo que con la vista baja esperó a que alguno de ellos
dijese algo.
-Pero somos familia -señaló lentamente el más joven de todos -no serás capaz de hacernos
esto.
-Por supuesto que sí, no os quepa la menor duda. Durante demasiados años no me habéis
tenido en consideración para nada. Sé que me habéis estado robando, pero la “vengaza es un
plato que se sirve frío”. He sabido esperar, y ahora sólo reclamo lo que me pertenece, no lo
que digáis vosotros malditos egoistas y avariciosos. En cuanto a mi familia, sólo lo son mi
marido y mis hijos. Con vosotros no se puede contar para nada, salvo para vuestro propio
beneficio y eso a mí no me vale.
Se dieron cuenta de que Eloísa hablaba en serio, el aire estaba cargado, y
ella seguía permaneciendo en pie, traspasando el peso de su cuerpo de un pie a otro.
Nadie hablaba, sus tíos la miraban con odio. Era consciente y obvio que no habían valorado
que el terreno fuese de ella. ¡Qué bien hacían las cosas los mayores!
Como no le hablaban cogió su carpeta y su bolso, se dio la vuelta y salió de aquel lugar
en el que parecía que faltaba el aire. Ella actuaba conforme a su conciencia, teniendo La Llave
de la negociación, no podía permitir dejar a sus hijos sin la herencia de su bisabuelo. Ya
en la calle le rodaban gruesas lágrimas por la cara y casi no podía respirar. Se sentía
impotente ante la maledicencia de sus tíos, pero contenta por haberles plantado cara.
La Llave de la herencia la tenía ella, y se repartiría, sin egoismos y sin avaricias....Y
desde luego, no les dejaría que le robasen nunca más.


miércoles, 24 de abril de 2013

GRACIAS, GRACIAS

    De que formas más hermosas se puede demostrar el amor, el cariño, el apoyo, la complicidad,...entre una pareja, entre nuestros hij@s, entre la familia, ,..... Ayer fue un día afortunado para mí. Supe que con un texto propio formaría parte de la ANTOLOGIA LA LLAVE, iniciativa del blog KISS A BOOK, con compañer@s a los que no conocía pero ahí estaba mi amiga Kass Finol. Me alegro de poder compartir esta antología con todos ell@s.

     Pero a media tarde, alguien que me conoce demasiado bien, y que está a muchos kilómetros de mí, supo ver mi estado de ánimo a través de las palabras y me regaló el enlace que os adjunto aquí por si alguien lo quiere ver. Gracias a ese hombre, que forma parte de mi corazón, por este "agasallo tan fermoso". Bicos, Besos

    http://www.youtube.com/watch?v=yUgU7_CHtf4

    Espero que os guste y que no lo necesitéis porque vuestra autoestima esté en los límites en los que debe estar.
     Rhodéa Blasón

martes, 23 de abril de 2013

ANTOLOGIA LA LLAVE A PUNTO DE PUBLICARSE


    Hoy, día del libro, no podía recibir mejor regalo que la inclusión de un texto propio mío dentro de la recopilación de relatos inéditos que componen la ANTOLOGIA LA LLAVE, maravillosa iniciativa del blog KISS A BOOK. Pronto será publicada y podréis ver la calidad de los trabajos de cada autor/a.

   Enhorabuena a tod@s

sábado, 20 de abril de 2013

PARTICIPO EN EL LIBRO COMPARTIDO "SIN ESPINAS"




    Desde el blog ACOMPAÑAME se promovió la idea de crear el Reto San Valentín formando un libro con relatos de diferentes autores entre los que estoy orgullosa de encontrarme con un texto titulado "¡Qué hermoso es el amor!. Desde mi blog doy las gracias a ACOMPAÑAME por iniciativas como esta, así como felicito a tod@s l@s escritores que forman parte conmigo de este libro de descarga gratuita en el enlace:

http://podemos-juntos.blogspot.com.es/2013/03/ya-puedes-descargarte-el-libro-del-reto.html

    Espero que os guste y que seáis felices leyendo los relatos que conforman este libro.

Enhorabuena a mis compañer@s

Rhodea Blason
 

jueves, 18 de abril de 2013

PREMIO BLOGGERO

Muchas gracias a mi amiga Tere Oteo Iglesias de Amentia por otorgarme este bonito premio

Siete cosas sobre mí:
1.- La escritura es para mí una necesidad imperiosa de mi alma
2.-Leo todo lo que cae en mis manos, no me importa el género: desde líbros, cómics a diversos periódicos
3.-Me agrada enormemente el olor a hierba recién cortada
4.-Me gusta ver las cumbres de las montañas cubiertas de nieve
5.-Prefiero la calor al frío, el verano al invierno
5.-Mi libro preferido, y el que mayor número de veces he leido,  es "La tía Tula", de Miguel de Unamuno
6.-El mar está siempre presente en mi vida, en mis textos y en mi mente
7.-Me fascina escribir aforismos

Puntos..., se le conceden a:
Tere Oteo Iglesias
Nieves H.Hidalgo
Angy W Mhe
Itsy Pozuelo

miércoles, 17 de abril de 2013

A VOSOTROS ...¡AMANTES!

                                                                                          Junto al mar, 13 de marzo de 2013

          A vosotros... ¡amantes!:

          Sois un claro ejemplo de amor verdadero en estos tiempos en los que parece
que este profundo sentimiento ha desaparecido por completo. Puedo contemplaros
mientras percibo vuestro duradero enamoramiento que me hace querer ser como
vosotros llegada a mi vejez. Mis claros ojos, cegados por la luz solar de un frío día
de invierno, en los que las altas cumbres que rodean mi pequeña y hermosa aldea
permanecen cubiertas con el blanco manto de la nieve, pueden observar un mara-
villoso ejemplo de amor verdadero.

          Permanezco sentada junto al mar, mirando el vaivén de las olas rompiendo
contra las rocas y meciendo las pequeñas lanchas de pescadores amarradas a
tierra por el mal tiempo. Con sus vivaces colores conforman un fantástico cua-
dro del que cualquier pintor quisiera ser signatario. Es mi lugar favorito para
reflexionar sobre la vida, mis sentimientos, ...y, sobre todo, para respirar el aire
salino que desprende el amplio piélago marino que se abre ante mí.

          De pronto, en uno de esos momentos en los que me encontraba totalmente
ensimismada con mis pensamientos, creí percibir un leve movimiento lejano por
mi costado derecho. Pensé que se trataba de una elegante gaviota que viajaba al
ras del suelo, dejándose llevar por la brisa con la inmensidad de sus alas abiertas,
en busca de algún pez despistado con el que poder llenar su vacío estómago.

          Al volver ligeramente mi cabeza me sorprendió veros: una pareja de ancianos
que en un primer momento parecían ir de paseo. ¿Pero, con tan elevada edad, a
quién se le podría ocurrir pasear por aquel lugar?. Entonces pasé a concentrarme
totalmente en vosotros. Me embargaba la curiosidad: tú empujabas muy lentamen-
te la vieja silla de ruedas en la que tu esposa se sentaba. Tuve la suerte de que
os acomodarais en un banco de madera cercano a donde yo me encontraba. Con un
mimo que me sorprendió le colocaste a tu mujer la negra boina que traías en la
cabeza para protegerla del sol. En los puertos de mar existe la antigua creencia de
que el sol que brilla en los meses que llevan en su nombre la letra “r” es muy perjudi-
cial para la salud. Seguro que fuiste, en tu juventud y en tu vida laboral, un marinero.
En seguida me llamó la atención como te miraba embelesado, ... mujer. Se mostraba
plenamente atento a todos tus movimientos y se anticipaba con ávida rapidez a tus
necesidades. Te colocó tu bello pelo blanco debajo de la boina varias veces,
para que quien te observase te viera guapa. Tú,  ...hombre, la cogiste con firmeza
de las manos y con sumo cuidado la ayudaste en su frágil caminar a sentarse
sobre la dura superficie, no sin antes, ponerle un mullido cojín en el que ella
se acomodó bajo la sombra de un sauce llorón cuyas ramas le daban sombra.

          Te tapó tus delicadas piernas con una abrigosa manta polar color frambuesa
para que no pasases frío y se sentó a tu lado: ¡cómo dos quinceañeros!. Daba
placer contemplaros con la misma complicidad en vuestras miradas que en vues-
tra lejana juventud. De una bolsa de plástico sacó un trozo de pan y te hizo un
bocadillo, pero antes te dio a probar con mucho afecto un pedacito de jamón
cocido del mismo con el que rellenaría el panecillo que almorzarías. Primero te sirvió a tí,
¡cómo un caballero auténticamente enamorado!, y luego se hizo la misma vianda
para él. ...Y los dos comíais juntos la misma comida, y vivíais juntos vuestro gran
amor.
          Mientras os miraba con embelesamiento no dejaba de pensar si viviríais
juntos vuestra soledad, en un piso, en una residencia, ...¡qué más da!; me
pregunté, una y otra vez, si tendríais hijos o familia, de qué circunstancias se-
ríais protagonistas. No tengo respuestas, tampoco os quise preguntar. Pero sólo
mirándoos pude palpar claramente vuestras miradas de felicidad y vuestros
gestos de amor verdadero.

          Ojalá todas las personas que lean estas palabras sean partícipes de esa pasión y afecto
que es tan difícil de encontrar en la actualidad, pero que cuando se alcanza
se convierte en un amor cuya fortaleza consigue una unión firme y verdadera.                         

                                                                              Junto al mar, con amor

jueves, 11 de abril de 2013

CONCURSO SOBRE MAGIA DEL BLOG MAGIA Y HECHIZOS ETERNOS

Os dejo aquí el banner del blog Magia y Hechizos eternos que ha convocado un concurso sobre la Magia.
<a href="http://magiayhechizoseternos.blogspot.com.es/2013/02/concurso-2-

  • El sorteo es internacional.
  • En total hay 8 premios, y, por lo tanto, 8 ganadores.
  • Debido a este número, se requiere como mínimo 11 participantes. De lo contrario, se suspenderá el concurso (más que nada porque dejará de tener sentido).
  • Cada uno es libre de optar al premio que quiera. Se pueden escoger más de uno, o todos.
  • No puede haber un ganador repetido. Por lo tanto, si una persona resulta ganadora de un premio ya no puede optar por las demás obras. Me parece lo más justo, para que los participantes tengan las máximas oportunidades posibles.
  •  El sorteo se hará en el mismo orden de la numeración de los premios, por medio de random.org
  • En principio todos pueden participar, las personas que han colaborado también (los requisitos están más abajo).
  • Hay plazo para participar hasta el 11 de abril.
  • Cualquier duda a magiayhechizoseternos@gmail.com

martes, 2 de abril de 2013

LA SOLEDAD (relato)

La mujer llevaba demasiado tiempo sola. Mas del que nunca había pensado y del que hubiese querido permanecer en soledad.Había tenido una vida dura y había perdido su juventud dedicada a su marido y a criar a sus tres hijos. A ratos y, después de ser ama de casa, ganaba unos duros cosiendo para mujeres ricas. De esta manera, y tras muchos sacrificios económicos, su marido, que trabajaba en el viejo aserradero del pueblo llevando la contabilidad, y ella, lograron pagar un pequeño piso en el que vivían con su descendencia. Era un tercero derecha, muy soleado, y con una pequeña habitación para dedicarla a sus labores. Ahorraban con mucha ilusión para que sus hijos, a los que amaban profundamente, pudiesen ir a la universidad y hacerse hombres con un buen futuro. Las privaciones de los padres no se tenían en cuenta, ya que se anteponía siempre la educación de sus retoños. Y para ella, todo era poco. El mayor se hizo medico, el mediano abogado y el tercero profesor. 
El matrimonio había alcanzado su sueño. Los hijos consiguieron trabajo, empezaron a viajar por el mundo, se casaron y las visitas a casa de sus padres se hicieron cada vez más esporádicas. Mientras, el marido enfermó sin remedio y la mujer se dio cuenta de que no sabía cómo comunicarse con sus hijos, tan atareados con su vida y su trabajo. La enfermedad fue dura y larga, y logró consumirla no poderse poner en contacto con sus hijos. No tenía ni su teléfono ni su dirección. Siempre eran ellos los que llamaban muy de cuando en cuando. ¡Y llegó el fin! Enterró a su marido sola, con una gran pena. La asistían algunos vecinos, pero eso no hacía que su corazón le doliese menos. La angustia y la soledad indeseada la rompían de dolor. A esto se sumaba su ignorancia en cuánto a los papeles del hogar, ya que cómo buen administrador los llevaba meticulosamente su finado esposo. 
Los meses pasaban y con los gastos del entierro, y con lo que habían invertido en los estudios de sus hijos se dio cuenta de que no tenía mucho dinero en efectivo, apenas le llegaba para pagar pequeñas facturas y para frugales comidas. Entonces decidió vender el piso que tanto esfuerzo económico les había costado. Poco dinero le dieron por el, ya que todas eran pegas: no tenía ascensor, carecía de calefacción, no tenía terraza, miraba al norte por lo que era más frío que si mirase al sur. ¡Cuántos defectos tenía su casa de toda la vida!; aquella para la que tanto habían ahorrado ella y su marido.Los recuerdos se agolpaban en su mente pero tuvo que ser práctica para continuar viviendo.
Cogió el poco dinero que le dieron por el piso y se fue a vivir a una residencia de la tercera edad. Era joven todavía, pues sólo tenía sesenta años, pero sus manos estaban envejecidas y torcidas por la artrosis, y en su rostro marcado por las arrugas estaban retratados cada uno de los años que llevaba sin saber de sus hijos a los que les habían dado todo incondicionalmente y que nunca regresaron a casa. En la habitación del geriátrico veía pasar ante sus ojos cada penuria, cada temor, cada día de soledad y se preguntaba si era normal. No deseaba ser un estorbo para nadie, pero creía que sus hijos podían preocuparse por ella. No tenía constancia de que supieran de la muerte de su padre, y la soledad en la que se encontraba la angustiaba. Pero en las zonas comunes de la residencia fue capaz de ver que su caso no era único. En cada una de las personas que allí vivía se repetía la misma historia. Algunas de ellas cargadas de tristeza y humillaciones. Los mayores también sufren, aunque, en muchas ocasiones no quieran demostrarlo, pero su experiencia les hace ver mucho mas allá. ¡Qué pena que después de darlo todo, algunos tengan que acabar sus días completamente solos y sin el cariño y el afecto de sus seres queridos!.

martes, 5 de marzo de 2013

EL DESDICHADO ANUNCIO


Aquella mañana lucía el sol en Piornedo y Carmiña estaba amasando pan para cocer en el horno de la casa. Se afanaba en su trabajo, ya que quería que le diese tiempo ha hacer una empanada y a asar un pollo, ya que con tanta gente en casa y con frío se comía bien. Tan entretenida estaba con sus tareas y con sus pensamientos que no se dio cuenta de la entrada de su madre en el obrador del pan. Cuando sacó la larga pala de madera del horno con la que había entrado un bollo de pan encima de una berza sintió una presencia y se giró. Vio a su madre con expresión triste, con lágrimas en los ojos y con lo que quería ser una sonrisa en su boca pero que tan sólo era una mueca de dolor. Ante la mirada penetrante de Carmiña su madre comenzó a hablar:
-Hija, ya tienes quince años, y hemos estado hablando de que tienes que buscarte un porvenir mejor del que puedas tener aquí en la aldea ...
-¿Quién ha pensado nada?, cortó fulminantemente Carmiña. Maruja os ha estado imponiendo sus ideas que no son las mías mamá. Yo aquí soy feliz.
-Ya lo sé, pero Maruja dice que tu porvenir está en la ciudad, que allí conocerás a más personas, incluso un hombre con el que poderte casar...
-Yo no quiero casarme, ni soportar a Maruja,- volvió a atajar Carmiña. -Siempre está entrometiéndose en la vida de los demás. No es buena mamá, no es buena, y queréis que me dirija la vida.
-Por favor, hija.-Rogó la madre- No disgustes a papá ni a mí. Todos en casa creemos que tu futuro está con Maruja y ella te cuidará bien. Obedécenos, tan sólo pensamos en tu bien.
Carmiña con quiso escuchar más, volvió a girarse y continuó con su trabajo de hacer pan. Cuando su madre se fue las lágrimas le quemaban en sus mejillas. Tendría que acatar las normas, ya que su padre había dado su beneplácito pero sabía que no sería feliz. Su vida era Piornedo y no sabía si conseguiría vivir sin permanecer allí, en su montaña natal.

viernes, 1 de marzo de 2013

LAS REFLEXIONES DE CARMIÑA

Maruja no solo era una mujer excéntrica sino que, por sus chocantes modales y por su grotesca voz, se convertía en alguien muy desagradable para Carmiña. Era impertinente, chismosa y creía que quien se encontraba a su alrededor se convertía por su propio interés en su asistente. Carmiña trataba de que sus miradas no se cruzasen porque no quería entablar ningún tipo de conversación con ella, porque todo lo llevaba a su terreno y hacía ver que los demás estaban confabulados contra ella. ...Y lo peor es que esa técnica de actuación le daba resultado con todo el mundo. ¡Carmiña creía que era imposible que nadie viese más que ella la capacidad de ruindad de la que era capaz su madrina!.
Aquella noche, situada cada persona delante de su humeante plato de sopa, Carmiña temblaba porque creía ver cada vez más cerca que algo que no le resultaría agradable se cernía sobre su cabeza. Todos los comensales permanecían en silencio saboreando la sopa de caldo de pollo que tan sabrosa cocinaba su madre, pero su tía Maruja parloteaba y parloteaba sin cesar y, según creía Carmiña, sin que nadie la escuchase activamente.
Pero poco a poco, Maruja fue elevando el nivel de su aflautada voz hasta que consiguió que Carmiña le prestase atención porque le molestaban mucho los chillidos en sus oídos. Entonces se dio cuenta de lo que su madrina había organizado para ella, confabulándose con sus padres y sus abuelos, a quienes convenció
de que lo que ella tenía preparado para Carmiña era lo mejor. Ella, mientras la escuchaba despotricar, sintió que su mundo se descomponía allí mismo; no era capaz de dar crédito a las palabras de Maruja, pero nadie se las rebatía. ¡Era su futuro y su familia se había permitido jugar con él sin su consentimiento!. Sin darse cuenta, sus lágrimas comenzaron a rodar lentamente por sus mejillas abajo, pero no tuvo fuerzas para articular palabra. Sabía que por mucho que intentase cambiar su destino, su tía había creado a su alrededor una red lo suficientemente sólida como para que ella tuviese fuerzas para romperla. Carmiña pensó que sería mejor reflexionar durante la noche y ver como amanecía el día. ¡Sin duda, no conseguiría hacerse dueña de sus actos, porque alguien que no la quería se había obstinado en decidir su forma de vida por ella!

jueves, 21 de febrero de 2013

CARMIÑA Y SUS SENSACIONES

A Carmiña le habían enseñado siempre que a los problemas hay que enfrentarse y cuanto antes mejor. Por ello, se vistió de luto riguroso, como en los días anteriores, con la ropa de su madre. Después de preparar su habitación bajó a la cocina y, nada más entrar, notó el ambiente enrarecido, pero ella optó por comportarse como hacía cada día. Besó a sus abuelos, quienes estaban sentados detrás de la cocina económica: ella calcetando unos calcetines de lana de oveja y él puliendo un trozo de madera con su navaja. La tía Maruja estaba sentada a la mesa de madera, junto con su hermana y su sobrino, y no paraba de parlotear con su madre. No quiso escuchar lo que decía y se concentró en el desayuno y en cómo su abuela pasaba punto a punto las cuatro agujas por la labor. Cuando acabó su tazón de leche, recogió y le dijo a su abuela que iba a darles de comer a los animales y a ordeñar las vacas. Su abuela, como siempre que estaba preocupada, sólo le respondió con un leve asentimiento de su cabeza. Carmiña, antes de salir de la casa, se abrigó bien, y nada más salir se agachó y cogió un puñado de nieve en sus manos, y allí permaneció un momento mirando como se derretía. Los refranes antiguos decían siempre que "año de nieves, año de bienes". Ella sabía por las explicaciones de su familia que la nieve era buena para la tierra, porque al derretirse el agua se iba filtrando en ella poco a poco; y además, cuando había nevadas muy grandes, no faltaba el agua porque el deshielo llegaba hasta la primavera o incluso el verano.
Realizó concienzudamente las tareas que realizaba para mantener a los animales, y estuvo haciendo el tiempo hasta la hora de comer limpiando los utensilios y las cuadras. No quería llegar a casa y encontrarse con las insidias de su madrina, que lo único que hacía era enfrentar a la familia. Y lo peor era que lo hacía conscientemente.
Entonces llegó su padre a refugiarse con ella. Estaba tan concentrada en el trabajo que no se había dado cuenta de que nevaba fuerte. Quiso preguntarle a su progenitor qué pasaba, pero no se atrevió. Tenía que descubrir que hacía tiempo que sospechaba que nada bueno le depararía el futuro y que Maruja estaba por el medio intrigando, y no quería disgustar a su padre, ni hablar mal de aquella mujer a la que todo el mundo adoraba, pero que a ella no le gustaba. Más bien la inquietaba su presencia, su excentricidad, totalmente estudiada, su lengua viperina, lo calculadora que era, ... La verdad es que a Carmiña su madrina no le transmitía buenas vibraciones

¿CUAL SERA EL FUTURO DE CARMIÑA?

¡HAI CARMIÑA, CARMIÑA, QUE TE DEPARARÁ LA VIDA EN EL FUTURO!, pensaba la joven para sí, todavía sentada en el borde de su cama. Intrigas, confabulaciones, tretas realizadas a espaldas de ella, maquinaciones, tramas, ....todas ellas urdidas sin su consentimiento pero de las que era protagonista. Pensaba en sus padres, en por qué le hacían pasar este mal trago, esta angustia que le desgarraba el corazón. Pensaba en la maléfica Maruja, quien no le gustaba nada como persona, que tenía engañado a todo el mundo, pero ella era capaz de ver más allá de aquel esperpento de mujer, de como era capaz de crear una verdad sacada de una mentira inventada por ella. Era como un huracán que se llevaba todo lo que se encontraba por delante, sino le daban la razón. Carmiña tenía miedo. No sabía cuanto tiempo llevaba en la habitación, pero estaba esperando a que su madrina volviese a entrar y la espabilase como sólo ella sabía hacer. Carmiña sabía que lo peor de su vida todavía estaba por llegar.

miércoles, 20 de febrero de 2013

ULTIMA ENTREVISTA QUE ME FUE REALIZADA

Por si queréis conocerme mejor, aquí os dejo mi última entrevista. Espero que os guste:
1. ¿De donde eres y que edad tienes?.
Me llamo RHODEA BLASON Y SOY DE BARREIROS-LUGO-ESPAÑA
2. ¿A que edad descubriste tu pasión por la lectura?.
Creo que ni me acuerdo. Aprendí las letras y a leer en el periódico que se recibía cada día en mi casa, luego practiqué incansablemente en cómics, hasta convertirme en una lectora voraz. No me importa es género, ni el tipo de texto que sea: para mí leer es maravilloso.
3. ¿Y por la escritura?.
En el momento en el que comenzé a leer correctamente, la escritura se convirtió en una forma de expresión muy necesaria para mí. Plasmaba en el blanco papel mis emociones, buscaba en las palabras que escribía serenidad. ….Y hoy, escribir es para mí una necesidad imperiosa de mi alma.
4. ¿Alguna vez has intentado que alguna editorial te publicara?, y en ese caso... ¿Cúal fue el resultado?.
Realmente no. En varias ocasiones alguna se ha puesto en contacto conmigo pero quizá experimente temor al resultado. He publicado y publico en revistas, periódicos, hago colaboraciones con quien me las pide, pero creo que no había madurado lo suficiente mis obras hasta este momento. Ahora sí creo estar preparada para publicar y para escribir.
5. ¿Cuantas historias tienes ya terminadas y cuantas en proceso?.
Verdaderamente, historias finalizadas un montón. Y en proceso, tres o cuatro, aunque en la actualidad estoy muy centrada con la novela “Carmiña, una mujer de aldea”, que trata de una mujer firme, que tiene que hacer frente a muchas adversidades para vivir la vida que ella quiere.
6. En el pasado... ¿habías pensado alguna vez en llegar a compartir tus escritos con los demás, o jamás llegaste a esa conclusión hasta que por medio de la existencia de los blogs, decidiste hacerlo?.
Siempre compartí mi escritura con otras personas, ya fuera directamente o a través de diferentes publicaciones en las que participaba. No cabe duda de que los blogs nos han ayudado mucho a que nuestra obra se difunda mucho más lejos y más rápidamente.
7. ¿Que genero te gusta más a la hora de escribir, lo sobrenatural, histórico, erótico, de todo un poco...?.
Puesta a escribir me gusta cualquier género, aunque en el histórico puedo encontrarme muy cómoda, así como en temas de actualidad.
8. ¿Que criatura nocturna te gusta más, los vampiros, demonios, licántropo... o ninguna?.
Cualquiera que tenga algo interesante que contar. Hay historias impresionantes protagonizadas por cualquier tipo de criatura nocturna, aunque también por las “diurnas”.
9. ¿Con que frecuencia sueles escribir, una vez a la semana, todos los días...?.
Escribo siempre, todos los días, varias veces al día. Cuando estoy triste, cuando estoy contenta, … Es una forma de vida para mí en la que me encuentro muy a gusto.
GRACIAS POR SEGUIRME Y POR LAS INNUMERABLES MUESTRAS DE APOYO QUE ME HACEIS LLEGAR. GRACIAS POR LEERME Y POR ENTENDER MI FORMA DE ESCRIBIR.
¡GRACIAS!

¡QUE HERMOSO ES EL AMOR!, 2ª PARTE

    La noche cayó suavemente sobre la playa cubriéndolo todo con su obscuro manto. El mar se sentía más cerca de las dunas por la pleamar y la luna estaba llena en las alturas de un cielo totalmente estrellado. La mujer pensó que llevaba demasiado tiempo allí sentada, le dolían las piernas y si no se refugiaba en la casa la acabaría cogiendo el frío. De camino al hogar, caminaba despacio colocando suavemente sus pies embuchados en unos tenis azules sobre la hierba de la senda que la llevaba al hogar. Pensaba en lo que le había dicho su suegra durante la conferencia de la tarde y no conseguía saber a qué se debían sus duras palabras ni la poca comprensión que le dedicaba. Ella, por respeto a su marido, solía callar y escuchar, aunque solamente en su soledad era consciente del daño psíquico que le estaban haciendo.
    Al abrir la verja de la finca vio luz en la cocina, pero no le prestó atención. El servicio de su suegra estaría preparando la cena y no tenía ganas de enfrentarse a ellas. Caminó hasta el porche de la casa y se sentó en el columpio que le había colocado allí su marido para que pudiese contemplar el mar desde sentada en el cuando no le apetecía pasear o cuando llovía. Pensaba en dónde estaría, por qué tardaba tanto. Era consciente de que a veces las obligaciones laborales le obligaban a acudir a actos y reuniones largos, pero le extrañaba que no la hubiera llamado él y que se prolongase tanto en hacerlo si no iba a venir. Permaneció allí sentada largo tiempo ensimismada en sus pensamientos. Estaba tan absorta que no se dio cuenta del coche de policía que aparcaba justo delante de la verja de la casa y del que se bajó un hombre alto, con uniforme y que le hablaba sin abrir la cancela.
    Tras la sorpresa, llegó el sobresalto. Se levantó de un brinco y bajó a abrir la cerca. El policía le explicó que su marido había sufrido un grave accidente de circulación cuando se dirigía a casa y que estaba hospitalizado. No conocían el alcance de sus heridas pero el choque había sido aparatoso y habían tardado varias horas en extraerlo del coche los equipos de excarcelación.
    -En estos momentos le están operando. Si quiere acompañarnos le llevaremos al hospital, le dijo el agente
   Su corazón pareció romperse en mil pedazos y aún así le pesaba dentro del pecho. Estaba atada al suelo, pero sentía que su vida se le iba de las manos.No podía pronunciar palabra debido a su aturdimiento. Gracias a la ayuda del agente consiguió subir al coche de la policía y fue con ellos, sumida en sus propios pensamientos. No habló en todo el camino. ¡Sólo lloró!. No debía pasarle nada malo a su marido, la persona a la que más quería, y cuyo amor tan feliz la hacía. No quería que la dejase sola, no podría sobrevivir al dolor. Durante el camino le dio tiempo de rezar, pero no era capaz de finalizar ninguna oración. Se abstenía de prepararse para lo peor, tan sólo pensaba en aferrarse a la esperanza de que su marido estuviese bien cuando llegase al hospital. Era lo único que deseaba. ¡Y confiaba plenamente en ello!.
    Cuando llegaron al centro hospitalario, subió corriendo a la habitación de su marido. Había salido de quirófano, ya estaba consciente pero no podía verlo porque todavía estaban los médicos haciéndole un reconocimiento después de la operación. Vio a su suegra, elegantemente vestida con su enorme pamela de color malva y su vestido a juego, recargada de joyas. La miraba, de arriba a abajo, con desprecio y desdén. Ella iba en tenis, tejanos y jersey. La mujer se acercó a ella y le dijo con una exagerada rabia:
    -Tú tienes la culpa de todo
    Se giró para que no viera el daño que le hacía con sus palabras y no entendió a que venía aquella frase ni el odio con el que había sido pronunciada. Salieron los facultativos y les dijeron que podían entrar a ver al herido, que la operación había salido bien y que no lo cansaran. Su madre política y su suegro se adelantaron, ella entró en la habitación detrás de ellos, pero a quien buscó con los ojos el herido fue a ella. A quien le esbozó una leve sonrisa fue a ella. ¡Qué regalo más maravilloso le había hecho su marido!. Con esa mirada cargada de amor y ese leve gesto la había hecho feliz y le había dicho sin palabras que se tranquilizase. Se entendían a la perfección e interpretaban sus gestos sin temor a equivocarse. Sabía que él contaba con ella para compartir su vida.
    Su suegra ,que no perdía detalle, se había dado cuenta de todo. Le dijo al hijo que debía haberse quedado en la casa de ellos y no viajar de noche, que era peligroso. Que podían hablar de su vida cuando se repusiera y que no tenía que afectarle el enfrentamiento que habían tenido padre e hijo en el bufete antes de que este cogiese el coche para regresar a su hogar. El hombre, desde la cama, se quedó mirándolos fijamente y les espetó:
    -Yo no tengo nada de qué hablar. He tenido un accidente y punto. Voy a tratar de recuperarme y me iré a vivir con mi esposa, ya os dije que dejaré el bufete.
    -Y de qué vivirás, -le recordó su madre- y en dónde, porque la casa de la playa es nuestra.
    -No os preocupéis por nosotros. Cuando salga del hospital buscaremos un lugar en el que podamos vivir y yo puedo dedicarme a la abogacía igualmente y mi mujer a su profesión: A la pintura.
    Los padres de él se miraron incrédulos y se fueron, quizá debido a lo enérgico y firme de las palabras que acababa de pronunciar su hijo. Y entonces, cuando ellos se fueron, el hombre le explicó a su mujer que el trabajo con su padre no le satisfacía, estaba obligado a llevar los casos como su padre quería, divorcios de mujeres u hombres ricos, y él se estaba agobiando por tener que dedicarle tantas horas a su profesión y tan pocas a ella. Le dijo también que sabía de las tensiones que tenía que soportar la mujer por parte de su madre y su hermana, quienes continuamente se entrometían en su vida, y, emocionado, le confesó que él quería vivir siempre junto a ella, viviendo juntos su amor, y dedicándose a su profesión defendiendo a quienes necesitaban de un buen abogado por motivos inevitables, aunque fuesen pobres. A él le gustaba el Derecho para ejercerlo "sin mirar previamente las carteras de los clientes". Le dijo, a su amada, que su madre quería que aquella noche acudiese a una fiesta de unos importantes clientes que podían hacerlo iniciar su carrera política, pero él no quiso participar de tal evento y que cuando él se negó a ir le habló mal de su mujer, utilizando palabras muy despectivas para ello. Entonces el hombre se enfadó y cogió el coche para acudir a junto de su amada y alejarse de aquel fétido ambiente en el que tanto tiempo había permanecido.
    Ahora, cuando se encontraba al lado de su marido ella se sentía feliz. Era consciente de que saldrían adelante los dos juntos, que su vida sería intensa y privilegiada, ya que cuando el amor es verdadero nada puede interponerse ante un sentimiento tan fuerte. Su amor era firme, sensato y verdadero, tan solo se necesitaban a ellos mismos y que él se repusiese pronto para dejar el hospital. La vida transcurriría conforme a la profundidad de sus sentimientos y a la bondad de sus corazones. ¡Qué hermoso es el amor cuando es verdadero!