Desde mi ceguera ocular me imagino la amplia amalgama de coloridos espectaculares que pueden girar a mi alrededor. Quiero ser positiva, y ver con mi mente los verdes de la naturaleza, los azules del mar y del cielo, los ocres rojizos del otoño, los rojos vivos de los barcos pesqueros atracados en el muelle de piedra gris, la brillante arena que regala a quien la mira iridiscentes reflejos de múltiples colores producidos por su contacto con los rayos solares, ...Cuánto daría por volver a tener luz en mis luceros por unos segundos!!! Pero la vida no nos da nada más que una oportunidad. Mientras tuve vista no supe apreciar la magnificencia que se me ofrecía gratuita ante mí y ahora sólo me queda fantasear con lo que creo que es y puede no ser. Incluso trato de ponerle colores a los olores que mi olfato percibe, pero no dejan de ser sueños imaginarios de una mente solitaria y sumida en una obscuridad llena de penumbra que aunque sueñe con colores no puede apreciarlos.
Nunca aprecias tanto lo que tienes hasta que lo pierdes decia de alguna manera Joni Mitchel en su cancion Yellow Taxi. Muy bueno, un abrazo
ResponderEliminarEstupendo y emotivo escrito donde nos dejas muy claro que siempre hay que dar gracias de aquello que tenemos a nuestro alcance y que para mucho es un privilegio que no pueden alcanzar por algún motivo , no pueden visualizarlos pero si sentirlos .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz puente.
Me gusta... ver con mi mente los colores de la naturaleza...
ResponderEliminarUn beso.
Me gustó el colorido pero mas la profundidad con la que los trataste... Saludos 🙋
ResponderEliminarAl perder lo que nos parece natural, recién valoramos lo que nos es negado como lo que es, un verdadero don del cielo. Hay que ser valiente para superarlo y seguir adelante.
ResponderEliminarSaludos jueveros!
Un texto lleno de color, aunque en este caso el protagonista solo los imagine.
ResponderEliminarBesos.
Lo peor es cuando ya los has conocido y eres consciente de no haberlos valorado. Un relato triste y nostalgico que atrapa, besos.
ResponderEliminar¿Qué horror eso de no poder disfrutar de los colores que nos rodean. Me gusta mucho como has ido describiendo las distintas fases del problema.
ResponderEliminar¡Hola! Es desolador querer lo que no se puede recuperar. Me gusta cómo lo has encarado.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Sentir los colores desde la mente con los ojos de la ceguera, pero qué intenso tu relato juevero, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.
Los colores del alma, más colores que nunca. Están todos los que imagina un corazón que late por encima de unos ojos que se resisten a ver. Gracias por participar. Besos
ResponderEliminar