jueves, 4 de marzo de 2021

VALOR DE LA PALABRA

     Creo con firmeza en que uno de los bienes más preciados que tenemos las personas de bien es el valor de nuestra Palabra.

    No hace muchos años se firmaban negocios con un fuerte apretón de manos o asintiendo con nuestra responsabilidad verbal.

     En mi tierra todavía se hacen "tratos" que se respetan de generación en generación por no volver atrás el compromiso adquirido por nuestros mayores. Y si por necesidad hay que cambiarlo o deshacerlo se habla entre las partes y no existe mayor problema.

No todos pensamos igual, ni le damos el mismo valor a las obligaciones que adquirimos con la firma de nuestro Verbo.

Esa es una de tantas cuestiones que nos diferencia como personas serias de esos seres sin escrúpulos ni compromiso oral, pero sí con un desmesurado exceso de verborrea.

Efectivamente, parece una contradición lo que acabo de escribir. Pero si lo reflexionáis, llegaréis a la conclusión de que los seres humanos que más valoramos nuestra palabra somos menos elocuentes y vehementes a la hora de comunicarnos que los que no tienen conciencia de ese aprecio.

En los mundos que corren llenos de idiotas que no le dan ningún tipo de validez  ni a los contratos firmados ante notario, imaginaros la cantidad de alelados que pueden existir que no valoran ni su palabra ni un apretón de manos.



10 comentarios:

  1. La palabra era sagrada. Luego vinieron las firmas en los contratos, y con ellas y el papeleo, se perdió la esencia de dar la palabra, de comprometerse.

    Buena reflexión. Un abrazo, y por la gente de palabra, que no abunda ya

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. Pero hoy hasta con contratos firmados hay gente que no cumple. Buscan vacíos legales para evadir el compromiso.
      Un beso

      Eliminar
  2. Bien cierto lo que dices. Hay quién no quiere saber la importancia de la palabra dada y la firma con un apretón de manos. Prefieren escudarse en un contrato escrito, registrado y con miles de cláusulas para deshacerlo a placer.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. He llegado hasta aquí a través del blog de Albada Dos, y la verdad es que me ha gustado mucho tu espacio, asi que vengo para quedarme, y así poder leer tus publicaciones.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Yo conocí el valor de la palabra, por mi profesión, y también pude ir viendo el cambio en la sociedad. Hoy sucede lo que dices, por desgracia y es una pena perder algo tan bonito como era la palabra.
    Un saludo y me alegro que Albada nos dejara tu dirección.

    ResponderEliminar
  5. Y tanta importancia que tiene LA PALABRA.
    Fíjate que Dios, hizo al mundo, con ella ¡Así será de importante!
    Y veo que eres escritora...vine por acá invitado por tu amiga ALBADA ¿tienes alguno de tus cuentos en tu blog? Es porque soy un lector irredento de cuentos

    ResponderEliminar
  6. Grato de estar aquí por Albada, y saber de tus cuentos, pues fue con lo que me inicié en la escritura literaria, siendo indicativos, por el Concurso de cuento 30 años UIS, que lo que fabulaba en este género, no era un desperdicio.
    En cuanto a la palabra, vale un Potosí, pero es mi teoría, el capitalismo acabó con ella, para zanjar los negocios y litigios. Un abrazo. desde Colombia. Carlos

    ResponderEliminar
  7. Creo, como tú, en la palabra dada, en la palabra escrita y en los gestos que hablan sin voz, capaces de emocionar.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Eran otros tiempos, ahora todo es negocio. Un gusto leerte. Vengo del Blog de Albada. Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Comenté en mi blog tus relatos. Me gustaron, la verdad.

    https://albada2.blogspot.com/2021/03/resena-de-una-bloguera.html

    Un abrazo, y feliz lunes

    ResponderEliminar