Se celebró el día de la Madre. Pero hay que acordarse de las Madres que sufren porque sus hijos las ningunean o las desprecian. Por desgracia existen demasiadas en esta situación. Para ellas este poema escrito desde lo más porfundo de mi alma.
ALGUNOS HIJOS, por Rhodéa Blasón
Su corazón sufría en silencio
el maligno verbo de sus
hijos,
criados en el amor y el
cariño,
a pesar de sus muchos
padecimientos.
Su corazón se
rompía en pedazos
sin creer en lo que se
habían convertido sus vástagos,
quienes sin pudor alguno
mostraban
la vergüenza que hacia ella
aportaban.
Su corazón
anhelaba
a su
desaparecido marido …
Su mente se
preguntaba
si con él
vivo sería parecido....
Su vida se
convirtió en un malvivir
aprisionada por los dolores
inferidos por sus hijos;
sus lágrimas sangrientas ya
no surgían de sus secos ojos
y su mente estaba llena de
tristeza por existir.
Su vida había sido
comprensión hacia sus retoños,
estos que ahora la
despreciaban sin compasión,
la maltrataban de palabra y
por su falta de atención:
era una mujer que había
depositado sus esperanzas en sus herederos ...
Su corazón
soñaba
con el apoyo
incondicional de su desaparecida pareja …
Su mente no
podía
vivir con
aquella injusta angustia carcelera ….
Tantas iniquidades
vividas,
tantas confianzas
depositadas,
tantas ilusiones
contagiadas,
tantas vivencias
olvidadas.
Ella algún día fue
feliz,
creó un hogar lleno de
amor,
pero su cariñosa sonrisa
de su rostro se borró
por los inmerecidos
desplantes y egoísmos continuos que tuvo que sufrir.
Su corazón
imploraba
que la muerte se
la llevara ….
Su mente no
soportaba
prolongar sus
días de aquella manera ….