No me cabe la menor duda
de que la comarca de A Chaira desborda en exquisiteces para nuestros
delicados paladares. Productos todos ellos de primera calidad y a los
que no me canso de elogiar. Pero en esta ocasión voy a centrarme en
dos artículos que para mí son un auténtico deleite para degustar:
la berza rizada y el grelo de A Terra Chá. Yo he probado estos
frutos en distintos puntos de nuestra geografía y nunca he saboreado
la dulzura de la berza rizada y del grelo chairegos. Son blandos al
paladar y con un sabor que los diferencia con mucha notoriedad. Berza
rizada, de pequeña estatura, regordeta y con sus hojas ensortijadas
hacia el exterior; el grelo, alto, elegante y con sus láminas más
aplanadas. La primera, con poco y fino tallo; el segundo, con largo y
grueso brote que al cocinarse se vuelve tierno y suave cual miel a
los labios.
Multitud de recetas y muy
variopintas incluyen cada vez más estos dos ingredientes chairegos.
Los cocineros tradiccionales continúan haciendo con ellos el caldo y
cocido gallegos, empanadas y ensaladas calientes entre otras viandas;
pero los “chefs” más vanguardistas los utilizan ya como
gelatinas y sabrosos patés de grelos que hacen de ellos auténticas
delicias gastronómicas. La verdad es que sólo hay que tener
imaginación para llevar a cabo su preparación que acepta tantas
posibilidades como seas capaz de crear. Tanto la berza rizada como el
grelo son productos muy agradecidos a la hora de su preparación y en
las fuentes o soperas resultan la mar de vistosos, solos o
acompañados.
En la actualidad se venden
también en conserva todo el año, para la elaboración de recetas
más rápidas e integrarse en nuestras despensas para echar mano de
ellos según nuestra apetencia. También pueden ser congelados, para
no prescindir de poderlos saborear cuando no están en plena
temporada. Pero no olvidéis nunca que “la berza rizada y el grelo
chairegos ...mejor en el puchero”.