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miércoles, 23 de diciembre de 2020

CLAMOR AL SENTIDO COMUN, por Rhodéa Blasón ©

   Me pregunto si todos los seres que se muestran de manera irresponsable en su comportamiento tienen abuelos, padres, familiares enfermos que sean pacientes de alto riesgo, ...y si en algún momento se han parado a reflexionar sobre qué hacen y cómo afecta a sus semejantes.

   Siempre acuño que el ser humano es el animal más egoísta y necio que existe sobre la faz de la tierra y ahora debo añadir que nos hemos vuelto antisociales. 

    Ante una fiesta es igual a quien se pone en peligro: primero la juerga y luego se arriesga la vida de nuestra familia, del personal sanitario o de los profesionales esenciales; los unos y los otros están hasta el gorro de lidiar con estúlticos mediocres de medio pelo que se creen que en la vida vale todo.

   No señor. No vale todo.

   Quien no sepa comportarse que se vaya al monte a aprender de los animales, o que dedique el tiempo en el que está perjudicando al prójimo a aprender a leer comprendiendo lo que lee que aunque no vea a sus amigos durante un tiempo o no participe en reuniones insolidarias no se va a traumatizar.

   Ahora estamos padeciendo el rebrote del puente de principios de diciembre. Qué sucederá después de Navidad? ...y después de fin de año? ...y luego de Reyes?

Como siempre sufriremos las consecuencias quienes cumplimos las normas. Los más vulnerables a quienes nadie nos respeta, porque hay a quien no le enseñaron que la vida no es una fiesta sino respetar para ser respetado.


  

domingo, 1 de noviembre de 2020

¡SALUD Y SUERTE!!, por Rhodéa Blasón

 

         La sociedad está viviendo una realidad descontrolada y caótica que nos cuesta mucho aceptar, a todos, porque llegó de golpe, impuesta, y sin ser esperada por nadie. Ahora vivimos esos cambios, radicales e impensables, ocasionados por un virus letal del que todavía, y tras tantos meses, se desconocen sus principales características y, lo que es mucho peor, sus posibles mutaciones o afecciones a determinado tipo de pacientes. Por supuesto, en la vacuna se trabaja, pero tardará en llegar la que sea efectiva y mientras tanto debemos tener serenidad y esperanza.


         A pesar de todo, os pido conciencia y responsabilidad; cuidaros mucho cada uno de vosotros, personas tan necesarias en nuestra colectividad, para poder cuidarnos entre todos. Todos somos precisos en nuestros hogares, por eso insisto en el cuidado particular que generará en la salud común de nuestras familias. Sé que habrá quienes con un elevado grado de sensibilidad puedan verse abrumados por la situación social o por la propia de su entorno más cercano. Pero os pido mucho ánimo y mucha fuerza; ser positivos y cumplir las normas es prioritario en estos momentos sanitaria y socialmente.


         Sabéis que siempre me gusta dar un rayo de esperanza a quienes me leéis y toda mi vida he escuchado que “no hay mal que cien años dure”. Por ello os invito a que penséis en positivo: esto va a pasar, no sabemos cuanto tardará pero pasará, como ha ocurrido con otras pandemias a lo largo de nuestra historia a las que no se les vislumbraba ninguna solución y se encontraron medios para erradicarlas. Hay que dejar trabajar a los investigadores y dar tiempo para que consigan los resultados esperados para combatir este mal silente que tan cruelmente nos acecha y nos ataca independientemente de la edad. Mantener una actitud mental activa nos hará superar muchos de los baches que encontraremos en nuestro camino en los próximos meses. ¡Salud y suerte!