Desde mi ceguera ocular me imagino la amplia amalgama de coloridos espectaculares que pueden girar a mi alrededor. Quiero ser positiva, y ver con mi mente los verdes de la naturaleza, los azules del mar y del cielo, los ocres rojizos del otoño, los rojos vivos de los barcos pesqueros atracados en el muelle de piedra gris, la brillante arena que regala a quien la mira iridiscentes reflejos de múltiples colores producidos por su contacto con los rayos solares, ...Cuánto daría por volver a tener luz en mis luceros por unos segundos!!! Pero la vida no nos da nada más que una oportunidad. Mientras tuve vista no supe apreciar la magnificencia que se me ofrecía gratuita ante mí y ahora sólo me queda fantasear con lo que creo que es y puede no ser. Incluso trato de ponerle colores a los olores que mi olfato percibe, pero no dejan de ser sueños imaginarios de una mente solitaria y sumida en una obscuridad llena de penumbra que aunque sueñe con colores no puede apreciarlos.