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viernes, 9 de octubre de 2020

RESILIENCIA, por Rhodéa Blasón



     El ser humano está demostrando desde hace muchos meses que es capaz de afrontar una situación

extrema en la que nos hemos visto sumidos de la noche a la mañana, aprender de ella e incluso, en la

mayoría de las situaciones, de conseguir salir muy reforzado de este estado. A pesar de ello, a muchas 

personas puede resultarles difícil adaptarse a nuevos escenarios de vida según  sus características  

mentales, emocionales, su fortaleza de carácter y su manera de ver y entender la existencia, pasada y  

futura.

Quienes me leéis sabéis que yo abogo siempre por la belleza de enfrentarse a lo que nos toque

vivir con la máxima positividad. Todo se puede relativizar de manera que podamos verlo con 

optimismo, salvo cuando nos falla la salud. Y creedme, por experiencia propia os digo que en esos 

casos es cuando más hay que ver el “vaso medio lleno”.


      Una persona que sabe ser resiliente siempre saca partido de los momentos duros o de situaciones

extremas sin dejarse vencer por la negatividad o por el exceso de presión estresante que pueda padecer,

piensa en sí misma pero empuja a los demás a caminar hacia la meta, crea sociedad entre quienes viven 

a su alrededor y se mimetiza con ellos para que sepan encontrar lo mejor que tienen en su interior, ...

En estos momentos necesitamos personas resilientes. Existen muchas, pero no saben que lo son.

Precisamos de seres que nos guíen en la senda que se abre ante nosotros con alegría, aunque creamos 

que no se puede caminar; de quien nos dé palabras de aliento cuando nos falten las fuerzas;

de quien nos haga ver la Luz cuando todo esté obscuro, ...



     Nos urge a todos aprender a convivir con resiliencia, adaptándonos a todo lo que intente hacernos

daño y superándolo. Podemos hacerlo entre todos!!!! Sólo es adaptarnos a vivir con positividad, aunque

cada día tengamos zancadillas que superar. Lo importante siempre es conseguir levantarse de nuevo.



jueves, 11 de abril de 2019

PROTEJAMOS A LOS NIÑOS, por Rhodéa Blasón





     No me gusta la gente abusona en ningún ámbito de la vida y menos quien avasalla a los niños. Los malos tratos, afecten a quien afecten, no deben ser tolerados nunca.. Quien se propasa de los demás por medios ilícitos es un pobre diablo incapaz de llevar conversaciones constructivas con el prójimo, porque no tiene suficiente inteligencia o no sabe comunicarse, y para suplir sus carencias recurre a la humillación y a los golpes como medida de poder. Autoridad siempre equívoca; pero esos seres viles se creen poderosos con cada golpe con el que propinan a sus hijos, porque les molestan, no los quieren, no son lo que ellos desean, lloran por la noche. opinan de diferente forma que ellos, ...

     ¡Cuántos seres humanos viven en nuestra sociedad soportando el peso de los traumas infantiles que les causaron sus padres! Yo en vez de progenitores les llamo energúmenos sin juicio y hablo de ellos con desdén, repugnancia y aborrecimiento. A los niños desde pequeños hay que educarlos, la asignatura más difícil de la vida. Pero la educación no está reñida con el respeto mutuo. Hay que enseñar, mostrar y explicar cómo es la vida, sin adornos ni ostentaciones inútiles e irreales; porque todos tenemos momentos buenos y malos en nuestra existencia y tuvimos que aprender a solventarlos de la mejor manera. Y hay que hacer de nuestros hijos personas de carácter fuerte y que sepan tomar decisiones.

      El sufrimiento que percibe un menor es muy superior al que pueda sentir un adulto por malos tratos. Además, en la mayoría de los casos no sabe por qué le pegan y cuando sale al mundo real está acobardado o adopta el rol de agresor.

      No se puede torturar a niños, mujeres, hombres, abuelos, a nadie. Debemos razonar como seres humanos. Volver a conversar y a aprender el arte del diálogo para ser más conscientes de lo que es la vida. El que pega es mala persona, esté sereno o borracho, y el que recibe sus golpes es una pobre víctima que no sabe cómo liberarse de esas sangrantes ataduras.