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miércoles, 5 de junio de 2019

AGOBIO, por Rhodéa Blasón


                                                                        I


                                                                  AGOBIO

 
        Elsa se encontraba agobiada. Su vida se le escapaba entre los dedos de sus manos y de sus pies.
Necesitaba vivir, aunque sólo fuera por egoísmo propio, pero con su angustia frustraba su relación con los demás. Se sentía confundida y eso la empequeñecía cada vez más.

         Llevaba horas sentada en el frío embaldosado de su habitación, con la espalda aguantando la blanca pared. De sus ojos verdes brotaban cascadas de lágrimas que rodaban humedeciendo su cara y volviendo obscura su camiseta a la altura de sus senos.

          Había jurado luchar frente a la enfermedad y sanar a los pacientes con humanidad y cariño. Y durante diez años así lo había hecho, pero aquel hombre que apestaba a alcohol no había acudido a ella para consultarle unos síntomas, sino para pedirle morfina sin explicación alguna a pesar de sus recurrentes preguntas. Ella se negaba a recetársela porque no le explicaba para qué la necesitaba.

          Hoy ella sabía cuál era la razón. No había sabido empatizar con el paciente y se tiraba de los pelos por no haber ido a su casa a hacer las averiguaciones pertinentes. Se había enterado de que la mujer del varón padecía un cáncer de páncreas terminal y que por culpa de ella pasó a mejor vida con enormes dolores. Su esposo no pudo soportar tanto dolor y se descerrajó un tiro en la cabeza cuando su mujer expiró su último aliento.

          Elsa, que sólo llevaba un mes en aquel centro de salud, no se había preocupado de las circunstancias por las que atravesaba aquel paciente tan rudo. Y su conciencia no la dejaba vivir. No había actuado como indica el juramento hipocrático que había jurado al terminar su carrera de medicina.

           Ahora, asfixiada por el dolor de no comprender a quien sufría, se había tomado una dosis letal de morfina y esperaba la parca con retortijones de estómago por no haber realizado su trabajo de manera eficaz y eficiente. Le dolía más pensar en no haber ayudado a aquel matrimonio a mitigar su dolor físico y psíquico que el suyo propio. ¡Se lo tenía bien merecido por no ser un buen médico!



     


jueves, 11 de abril de 2019

PROTEJAMOS A LOS NIÑOS, por Rhodéa Blasón





     No me gusta la gente abusona en ningún ámbito de la vida y menos quien avasalla a los niños. Los malos tratos, afecten a quien afecten, no deben ser tolerados nunca.. Quien se propasa de los demás por medios ilícitos es un pobre diablo incapaz de llevar conversaciones constructivas con el prójimo, porque no tiene suficiente inteligencia o no sabe comunicarse, y para suplir sus carencias recurre a la humillación y a los golpes como medida de poder. Autoridad siempre equívoca; pero esos seres viles se creen poderosos con cada golpe con el que propinan a sus hijos, porque les molestan, no los quieren, no son lo que ellos desean, lloran por la noche. opinan de diferente forma que ellos, ...

     ¡Cuántos seres humanos viven en nuestra sociedad soportando el peso de los traumas infantiles que les causaron sus padres! Yo en vez de progenitores les llamo energúmenos sin juicio y hablo de ellos con desdén, repugnancia y aborrecimiento. A los niños desde pequeños hay que educarlos, la asignatura más difícil de la vida. Pero la educación no está reñida con el respeto mutuo. Hay que enseñar, mostrar y explicar cómo es la vida, sin adornos ni ostentaciones inútiles e irreales; porque todos tenemos momentos buenos y malos en nuestra existencia y tuvimos que aprender a solventarlos de la mejor manera. Y hay que hacer de nuestros hijos personas de carácter fuerte y que sepan tomar decisiones.

      El sufrimiento que percibe un menor es muy superior al que pueda sentir un adulto por malos tratos. Además, en la mayoría de los casos no sabe por qué le pegan y cuando sale al mundo real está acobardado o adopta el rol de agresor.

      No se puede torturar a niños, mujeres, hombres, abuelos, a nadie. Debemos razonar como seres humanos. Volver a conversar y a aprender el arte del diálogo para ser más conscientes de lo que es la vida. El que pega es mala persona, esté sereno o borracho, y el que recibe sus golpes es una pobre víctima que no sabe cómo liberarse de esas sangrantes ataduras.



jueves, 30 de agosto de 2018

LA MUJER DEL PARQUE, por Rhodéa Blasón





     El hombre, vestido con un elegante traje de tweed claro, no podía dejar de mirar a aquella hermosa mujer que irradiaba alegría en cada uno de sus gestos. Se había comprado el periódico para estar al tanto de las noticias económicas que tanto podían influir en sus negocios, pero lo había enrollado y no lo había abierto. Sentado de medio lado en aquel banco del parque, cerca de la balconada desde la que se podían admirar unas vistas increíbles, con su pierna izquierda cruzada sobre la derecha, pensaba como hablar con aquella fémina que tanto le había sorprendido.

    De repente se dio cuenta de que ella había dejado caer de su bolso, mientras se ponía sus gafas negras de sol, un límpido pañuelo blanco que pareció mecerse en el aire durante una eternidad hasta que llegó al suelo. El hombre supo que aquel era un momento para no desaprovechar: se levantó raudo, recogió la seda blanca y se la entregó a la mujer con la mejor de sus sonrisas.

     Ella le dio las gracias, le explicó que aquel pañuelo era un hermoso recuerdo de su querida madre que nunca querría perder, pero no lo agarró.Las manos femeninas enguantadas en bellísimo encaje no se movieron. Pero la mujer seguía hablando e indicándole al hombre que conservaba el aroma de la colonia de su progenitora. Tenía una voz dulce y cantarina, y no dejaba de mostrarle al caballero su atractiva sonrisa.

   Sin dudarlo él lo acercó a su nariz y se emborrachó de aquel dulzón aroma que no lograba identificar. De pronto sus ojos se salían de sus órbitas pidiendo auxilio a aquella desconocida que no se movía. Pero tenía el rictus de la venganza pintado en su rostro y le escupió cuando exhalaba su último aliento:

    -Has despedido a mi madre y no has permitido que yo trabajase en ninguna de las empresas de nuestro padre. Ahora seré yo su única heredera

    Se dio la media vuelta y caminó con rapidez alejandose del lugar de la vendetta y sabiendo que no le quedaba nada para convertirse en una mujer muy rica.


martes, 17 de julio de 2018

ENTREVISTA A RHODEA BLASON EN EL PORTAL LITERARIO DE LECTURA OBLIGADA

Rhodea Blason vuelve al mundo de las letras después de su éxito de crítica anterior




Nuevamente publicas con la Editorial Seleer. ¿Qué ha supuesto para usted esta editorial? 
Seriedad, confianza mútua, trabajo bien hecho, …y una promoción de mis libros que ha conseguido que con “Pedazos de mi alma” haya alcanzado los primeros puestos de las listas de libros más vendidos en Latinoamérica en varias ocasiones. Con “El gemelo imperfecto” vamos por muy buen camino, estoy contenta con la aceptación que ha recibido por parte de los lectores y de la crítica literaria.
¿Por qué la recomendarías a otros autores?Creo que cada autor tiene que saber lo que busca en la vida literaria y tener claras sus ideas y sus objetivos. En mi caso es así, y con la Editorial Seleer planteo lo que quiero y siempre logramos consenso. Para mí la confianza del trabajo bien hecho es importante y sé que con esta editorial lo consigo.
Hace unos años la entrevistamos por su libro de relatos Pedazos de mi alma. ¿En qué ha cambiado Rhodea Blason con respecto a su último trabajo?
No tienen nada que ver entre sí “Pedazos de mi alma” y “El gemelo imperfecto”. El primero es sensibilidad y el segundo es observación de la realidad llevada a los extremos. Los lectores que han leído los dos dicen que a pesar de ser libros tan diferentes son hermosos los dos y los índices de ventas así lo avalan.
¿Qué ofrece al lector en El gemelo imperfecto y otros relatos durante sus 146 páginas?Además de lo que indicaba en la pregunta anterior, intriga, suspense, …y mucha realidad. Creo que en cada uno de los relatos que componen este libro cualquier lector puede ver a un vecino, a un amigo, a un compañero de trabajo, ….Realidad llevada a extremos insospechados, pero siempre realidad.
¿Pretende hacer reflexionar al lector sobre el amor, el odio, la venganza, la traición y la realidad?Por supuesto. Yo creo que todos tendríamos que hacer un aprendizaje nuevo sobre cómo y por qué leer. La lectura no es leer palabras, frases o libros si no eres capaz de ver la profundidad que te ofrece el autor, me es igual que sea poesía, relatos, novelas, …Ser la persona más rápida leyendo si no se comprende el mensaje del libro no vale para nada. Es una pérdida de tiempo. Por eso yo siempre incido en el valor de la comprensión. Yo ofrezco en “El gemelo imperfecto” un viaje a través de los celos, la avaricia, el odio, la envidia, los malos tratos, la supervivencia, la enfermedad, la soledad, …todo ello a través de cómo mis ojos y mi mente observan la realidad diaria. Creo que es importante reflexionar sobre valores perdidos o guardados y poderlos recuperar.
¿En qué se diferencia Pedazos de mi alma con El gemelo imperfecto y otros relatos?
Lo explicaba en preguntas anteriores. “Pedazos de mi alma” es un libro en el que yo he expresado con sensibilidad, tanto en los poemas como en los relatos cortos. Era un libro avalado por textos que habían sido premiados en distintos certámenes literarios y logró un éxito rotundo.
“El gemelo imperfecto y otros relatos” busca más la crudeza de la vida, habla de personas luchadoras, de mujeres maltratadas que tienen que sobrevivir, de la enfermedad de alzheimer, de la tristeza por los bienes o vidas ajenas, y de que no siempre lo que vemos es la realidad. Hasta nuestros propios ojos nos pueden llegar a engañar jugándonos malas pasadas.
¿Por qué llegó a ese título?Porque el relato que abre el libro se titula “El gemelo imperfecto”. Me pareció bien cuando hice la compilación de textos y a la editorial también. Creo que hemos hecho un buen trabajo. La portada y las ilustraciones del libro fueron hechas por el ilustrador Cristóbal Rodríguez, quien ha realizado un trabajo excelente.
¿Destacaría algún relato en especial? ¿Por qué motivo?No. En este libro creo que son muy parejos los sentimientos que yo tengo hacia cada relato. Para mí esas emociones que quiero transmitir a los lectores forman un todo en conjunto y así quiero que lo vean las personas que los lean. Tal vez por ser mujer, siempre, en todos mis trabajos, hablo sobre los malos tratos, en toda la amplitud de la palabra, niños, ancianos, mujeres, …porque es un tema que me gustaría que no existiera en el mundo y tal vez me sensibilice más con esos relatos. Pero ya digo el conjunto me parece bien.
¿Ha recibido ya algunos comentarios de los lectores? ¿Cómo está siendo la acogida durante este mes de publicación?Sí. A los lectores les gusta, las críticas literarias están siendo muy buenas y las ventas mejores. No puedo pedir mucho más. En las ferias del libro en las que he participado los ejemplares firmados se han agotado, en todas, y fueron muchos. Los lectores me hablan de personas que conocen que pueden ser los protagonistas de las historias de este libro y eso es de agradecer.
¿Dónde se puede adquirir El gemelo imperfecto y otros relatos?En cualquier plataforma on-line, Amazon, Casa del Libro, Agapea, Editorial Seleer, y en las librerías. Si en alguna está agotado con el título, nombre de autora y editorial pueden pedirlo.
¿Por qué recomendaría su nuevo libro?Porque es un libro diferente. Habrá personas que se puedan sentir identificadas con algunos textos o darse cuenta de que pueden tener cerca a alguien que protagonice cualquiera de mis historias. Es un libro que si lo empiezas a leer, tienes que continuar porque tiene su dosis de intriga y querrás saber qué ocurrirá.
Hablemos de futuro. ¿Trabaja en un nuevo proyecto? ¿Podría adelantarnos algo?
¿Continuará con los relatos? ¿Cree que expresa su mayor potencial literato a través del relato?

Uuuff, son muchas preguntas diferentes. Comenzaré respondiendo por la última. Todo el mundo que me lee dice que en el relato me desenvuelvo muy bien. Creo una trama tejida con personajes profundos y que dan mucho de sí. Mientras la editorial me siga pidiendo relatos creo que continuaré escribiéndolos. Además es un género en el que me encuentro muy a gusto, tal vez me suponga un esfuerzo mental mayor concentrar en pocos folios lo que quiero decir para que llegue puro al lector. Pero es un trabajo estimulante y que me gusta.
En cuanto a otros proyectos, tengo una novela casi acabada y estoy escribiendo otra. No tienen nada que ver entre sí, una es ficción y la otra también pero hay ciertos datos históricos que se entrelazan con una vida que podría ser la de cualquier mujer que viviera en los años en los que se desarrolla. La trama está lista, ahora estoy con la investigación histórica que me lleva tiempo y es ardua.
Como veis trabajo en diferentes proyectos a la vez. No me olvido de los relatos que continúo escribiendo, pero no sé qué va a ser lo próximo que publique. Depende de muchos factores ajenos a mí.
Y siendo el verano una estación de tiempo libre y de lectura para muchos. ¿Qué libro está leyendo en estos momentos?
En el verano leo todo lo que cae en mis manos. Me es igual el estilo, el género o el autor. Ahora mismo estoy releyendo el “Amante japonés” de Isabel Allende. Me gusta como escribe y las historias que entreteje.
¿Cuál recomendaría a los lectores de este blog? ¿Por qué razón?
Recomendaría cualquier libro de Isabel Allende o de Dolores Redondo, tanto la trilogía del Batzan como Todo esto te daré. La primera por su sensibilidad a la hora de escribir y la segunda por sus historias y lo bien que las cuenta.
En pocas palabras y para concluir, ¿cómo se definiría como autora?
Es muy difícil responder a esta pregunta yo misma. No me gusta encasillarme en ningún género concreto, lo digo siempre y lo explico en las conferencias a las que acudo. No me gusta verme encerrada en un casillero, aunque es inevitable que quien lee mis libros pues sí les ponga etiquetas. Me gusta ser libre escribiendo, profundizar en mis personajes para que mis lectores puedan identificarse con ellos o identificar personas de su alrededor; y, sobre todo, escribir sobre aquellas cosas que me preocupan de nuestra sociedad. Así lo he hecho siempre y creo que lo seguiré haciendo.

miércoles, 20 de junio de 2018

NI UN GOLPE MAS, por Rhodéa Blasón

     Nunca me ha gustado la gente abusona en ningún ámbito de la vida y menos quien avasalla a los niños. Quienes leen mis artículos asiduamente conocen que lucho porque los malos tratos, afecten a quien afecten, no deben ser tolerados nunca.. Quien se propasa por medios ilícitos de los demás es un pobre diablo incapaz de llevar conversaciones constructivas con el prójimo, porque no tiene suficiente inteligencia o no sabe comunicarse, y para suplir sus carencias recurre a la humillación y a los golpes como medida de poder. Autoridad siempre equívoca; pero, lo creáis o no, esos seres viles se creen poderosos con cada golpe con el que propinan a sus hijos, porque les molestan, no los quieren, no son lo que ellos desean, lloran por la noche. opinan de diferente forma que ellos, ...

     ¡Cuántos seres humanos viven en nuestra sociedad soportanto el peso de los traumas infantiles que les causaron o causan sus padres! Bueno, yo en vez de progenitores les llamaría energúmenos sin juicio y hablo de ellos con desdén, repugnancia y aborrecimiento. A los niños desde pequeños hay que educarlos, la asignatura más difícil de la vida. Pero la educación y marcar pautas y normas no están reñidas con el respeto mútuo. Hay que enseñar, mostrar y explicar cómo es la vida, sin adornos ni ostentaciones inútiles e irreales; porque todos tenemos momentos buenos y malos en nuestra existencia y tuvimos que aprender a solventarlos de la mejor manera. Y hay que hacer de nuestros hijos personas de carácter fuerte y que sepan tomar decisiones, pero no a base de maltratarlos una y otra vez o de enviarlos al hospital a costa de golpes en sus cuerpos.

    El sufrimiento que percibe un menor es proporcionalmente superior al que pueda sentir un adulto por malos tratos. Además, en la mayoría de los casos no sabe por qué le pegan porque no se lo explican y cuando sale al mundo real está acobardado. El torturador suele tener un perfil muy claro y muy conocido por los profesionales que los estudian, pero en el caso de los niños no se suele actuar con todo el peso de la ley porque todavía existen madres que piensan que no pueden sobrevivir si no están al lado de un torturador, o no quieren ver a sus hijos separados en varias familias de acogida. Muchas de esas madres por proteger a sus vástagos en muchas ocasiones ponen en peligro su integridad física y psíquica.

    #niungolpemas a niños, mujeres, hombres, abuelos, a nadie. Debemos razonar como seres humanos. Volver a conversar y a aprender el arte de la conversación para ser más conscientes de lo que es la vida. El que pega es mala persona, esté sereno o borracho, y el que recibe sus golpes es una víctima.


                                       
                                          Foto: https://www.emaze.com/@AWLQRLTW

 

viernes, 25 de mayo de 2018

"JUGADA DEL DESTINO", por Rhodéa Blasón

     


      Pedro vivía en la aldea con su abuela ciega y una hermana de ella de edad avanzada. La mujer le había criado tras perder a sus padres en un accidente cuando emigraban a Alemania en busca de un futuro mejor, para ellos y para él.

     La madre de su madre, a pesar de la falta del sentido de la visión, lo conocía tan bien que siempre le regañaba porque ningún trabajo le duraba demasiado tiempo. Realmente, a su nieto no le gustaba nada trabajar; hacía chapucillas para conseguir dinero inmediato, pero nada serio. En cambio, le gustaba vivir la juerga, emborracharse, las mujeres, ...e ir al casino de la ciudad con sus amigos algunos fines de semana. Pero ellos tenían dinero para jugar, mientras él miraba o sólo podía jugar una partida.

     Aquella semana había trabajado mucho en una empresa de carrocerías y había hecho horas extra. Por eso el viernes, cuando cobró, lo tuvo muy claro: "cogería un autobús e iría a jugar". Estaba seguro de que lo perdería todo pero su abuela le regañaría de una manera u otra así que no se lo pensó.

    No había muchos jugadores en el casino, pero no importaba. Se sentó y comenzó el juego. Al principio perdió, pero luego, un golpe de suerte hizo que ganase. ...y volviese a ganar. Al amanecer llegó a casa con un millón envuelto en un fajo de papeles de periódico. No cabía en sí de júbilo. Dejó el paquete sobre una de las sillas de la cocina y subió a cambiarse de ropa.

     Mientras, su abuela, que había madrugado para cocer pan en el horno del hogar, entraba de afuera con unos troncos para encender la cocina de leña. No veía, pero hacía todas las labores sin necesidad de ayuda. Introdujo dos troncos cruzados en el interior de la cocina y unas ramas en las que prendió fuego con una cerilla. Tenía que esperar un poco para ver si prendía y decidió sentarse a la mesa.

      Se levantó con rapidez y tocó con sus arrugadas manos para ver que era lo que había allí. Sintió el papel de periódico entre sus dedos y decidió echarlo al fogón. "Me ahorraré traer más ramas para que prenda el fuego".

     -¿Qué has hecho abuela?, gritó Pedro desde el umbral de la puerta asustando a su abuela

    -Encender la cocina, hijo, para caldear la casa y poder cocinar, -le respondió ella.-Anda ve a trabajar que hay mucho que hacer en los establos

     Pedro, como un niño obediente allí se dirigió, pero no a trabajar. Cogió la escopeta de caza y se levantó la tapa de los sesos con ella.