"Vivamos siempre con los pies en la tierra, es la única manera de alcanzar nuestros sueños", Rhodéa Blasón
jueves, 9 de noviembre de 2017
ALLÍ EN DONDE NACES, ALLÍ EN DONDE MUERES, por Rhodéa Blasón
-Miradme, podéis hacerlo las veces que queráis. -Vociferaba sin parar- Soy diferente, ya lo sé y vosotros estáis henchidos de un resentimiento que no os permite subsistir.
Lo que más daño le producía era que aquellos a quienes exhortaba no eran capaces de replicar su severa crítica. Nunca lo hacían. Permanecían estáticos y taciturnos catando la dulzura del sometimiento a causa de sobrellevar el cruel padecimiento de la tristeza por los bienes ajenos.
-Aquí estoy sólo. -Volvía a increparlos- Entre todos podéis arremeter contra mí y despojarme de mis bienes. Cobardes!!
Ninguno de los otros se movía. Sólo le vigilaban. Era espléndido y agraciado y ellos, aún de su estirpe, eran deformes y desagradables a la vista. No disimulaban su amargura por su divinidad y encanto.
El era consciente de ello, pero no podía desplazarse. Sus raíces estaban ancladas con suma fortaleza a aquella tierra y aquel, mal que les pesara, era su clan. Ninguno tenía la oportunidad ni la autoridad de alcanzar un traslado.
La Naturaleza es así con los árboles. Sabia y poderosa. Allí en dónde naces, allí en dónde mueres. Aunque tu familia no te quiera por no ser verde y tener en el otoño esos maravillosos colores cobrizos en los que el poco sol que baña tus ramas se refleje como en un cristal facetado del que surjan multitud de rayos de diferentes colores.Yo soy feliz y no me importa lo que piensen, pero ser diferente a los otros siempre será complicado en mi existencia.
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Rhodéa Blasón
lunes, 6 de noviembre de 2017
viernes, 3 de noviembre de 2017
DE SANTABALLA A CUBA, por Rhodéa Blasón
De Santaballa a Cuba,
principalmente a La Habana, emigraron un numeroso grupo de vecinos en
busca de la procura de un futuro mejor para ellos y para sus
familias, algunas quedaron muy mermadas por la marcha de varios de
sus integrantes a la isla. Muchos de los emigrantes viajaban en barco
sin saber lo que se encontrarían al otro lado del océano; los
barcos no siempre transportaban sólo pasajeros, a veces eran de
mercancías y pasajeros o de mercancías en las que llevaban una
cantidad inconcreta de personas. Hoy, en un mundo globalizado, para
muchas personas podrá ser increíble que alguien pueda viajar tan
lejos sin navegador, sin teléfono móvil, con un servicio de correos
muy precario, ...con tantas carencias que yo llego a preguntarme
¿cuántos viajeros de los que llegaron a Cuba pasaron hambre antes
de partir hacia un mundo extraño o al llegar allí mientras no
encontraban trabajo o alojamiento?. No hablo de entelequias, sino de
las tragedias que se vivían en algunos hogares a los que no llegaban
noticias de sus familiares hasta después de muchos meses o incluso
años a principios del siglo pasado. Y quiero recordarlo para que
nadie nos creamos que las cosas están a nuestra disposición desde
siempre, no es así.
Está claro que en A Terra Chá
hubo una cascada de desplazados muy importante que en La Habana
fundaron en el año 1907 una asociación de beneficencia, educación
e instrucción, que alargó sus raíces hacia la tierra en la que
habían nacido. En Santaballa se construyó un edificio que permanece
hoy en pie, reformado, por quienes quieren mantener vivo el espíritu
de los habitantes que se autoexiliaron venciendo el miedo a lo
desconocido.
En la Liga Santaballesa, como se
denomina ahora esta asociación en A Chaira, se pretende dinamizar la
cultura, las tradicciones y ayudar con talleres de memoria, entre
otros, a los más mayores de la parroquia, conservando siempre en la
memoria a sus emigrantes, algunos murieron en la isla caribeña,
otros regresaron enfermos y otros con recursos fruto de su esfuerzo y
laboriosidad.
Foto propiedad Liga Santaballesa de Vilalba (Lugo)
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martes, 31 de octubre de 2017
LO QUE NO SE VE, ...NI SE ESPERA, por Rhodéa Blasón
El aforo del teatro estaba completo. Se escuchaba el rumor habitual de las voces del público mientras no se apagaban las luces y se abría el inmenso telón de color rojo escarlata. La noche prometía diversión garantizada con la actuación del gran mago e ilusionista Montriz, llegado del otro lado del océano después de conseguir innumerables éxitos por aquellas lejanas tierras. El timbre, con su estridencia, anunció que la función estaba a punto de comenzar. Se apagaron las luces, poco a poco, y la cortina se abrió en dos para dejar ver un enorme cajón de cristal, colocado en el centro del escenario, y al que apuntaban directamente unos grandes cañones de luz. Se escuchó un fuerte aplauso y se vio acercarse un enjuto hombre vestido de negro, de pequeña estatura y que parecía que estuviera a punto de quebrarse a cada paso que daba.
Su voz apenas era audible, pero los espectadores intuyeron que buscaba un voluntario para estar con él durante el espectáculo. Una mujer joven corrió hacia las escaleras, quizá buscando protagonismo o que alguien le sacase una foto con alguien famoso. Iba a comenzar la gala. Él le explicó a ella y al auditorio que debía envolverse en una manta que le mostraba, que sería atada, y que con una grúa especial la introduciría en la urna acristalada. La mujer debería pensar con su mente un lugar al que le gustaría viajar y allí aparecería. Ella sonreía y la concurrencia no dejaba de aplaudir sonoramente.
Los movimientos del mago eran rápidos, parecía un ratón jugando con un trozo de queso. Cuando tuvo a la mujer en el baúl miró fijamente al público:
-Cierren los ojos unos momentos, por favor, es necesario para el éxito de mi espectáculo, les indicó con una voz cavernosa
Así lo hicieron los espectadores. Pero comenzó a pasar el tiempo y no se escuchaba sonido alguno ni orden ninguna de Motriz y los más inquietos empezaron a separar sus párpados.
-Ooohhh, ooohhh, ....
El escenario estaba vacío. Nadie supo nunca lo que había ocurrido en apenas unos minutos de ceguera consentida por parte del público. Todos salieron desilusionados del teatro y el novio de la joven gritaba por ella. Le explicaron que aquel mago era sorprendente y que tal vez ya la había transportado a su hogar y que allí le estaría esperando.
Lo que nadie sabía era que a Motriz le gustaba degustar la carne humana y si era tierna más. Cuando él desaparecía con una víctima, esta no volvía a aparecer nunca. Pero como gran ilusionista que era nadie pensaba en lo que ocurría realmente en algunos de sus espectáculos.
Feliz Halloblogween 2017
Más relatos en el blog: http://www.teresacameselle.com/2017/10/halloblogween-2017-lo-que-no-se-ve.html
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viernes, 13 de octubre de 2017
¿LOS MAYORES ESTORBAN?, por Rhodéa Blasón
En silencio, en la penumbra de la noche, se agazapaba en forma de ovillo entre los arbustos en busca de paz. Sentía miedo y frío, pero le gustaba aquel lugar, desde que había tenido que abandonar el hogar en el que había vivido durante tantos años en compañía de aquel hombre huraño con los demás, pero que a el le procuraba siempre comida, caricias y una cama caliente. Tardó en darse cuenta de que allí no le querían; buscaba con desesperación a su compañero de años y no lo encontraba, lo apartaban con patadas que le dolían en el corazón, por lo que decidió buscar otra casa para vivir. No contó con que era demasiado mayor para que nadie quisiera tenerlo a su cargo, había perdido agilidad, y no veía forma de que nadie lo quisiera. No se hacían cargo los seres humanos de sus mayores e iban a querer un gato de edad con ellos. Se dio cuenta rápido de que el hombre huraño, era callado por lo dura que había sido su vida, pero era un buen amigo y fiel compañero de fatigas. Ahora, como muchos mayores, el gato se encontraba solo, empezando una nueva vida, durmiendo en el parque y sin saber si comería al día siguiente. Penurias de una vida en la que todos los mayores parece que estorban y a los que nadie quiere en su casa.
Foto: http://www.mundogatos.com/
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miércoles, 11 de octubre de 2017
COLORIDOS IMAGINARIOS, por Rhodéa Blasón
Desde mi ceguera ocular me imagino la amplia amalgama de coloridos espectaculares que pueden girar a mi alrededor. Quiero ser positiva, y ver con mi mente los verdes de la naturaleza, los azules del mar y del cielo, los ocres rojizos del otoño, los rojos vivos de los barcos pesqueros atracados en el muelle de piedra gris, la brillante arena que regala a quien la mira iridiscentes reflejos de múltiples colores producidos por su contacto con los rayos solares, ...Cuánto daría por volver a tener luz en mis luceros por unos segundos!!! Pero la vida no nos da nada más que una oportunidad. Mientras tuve vista no supe apreciar la magnificencia que se me ofrecía gratuita ante mí y ahora sólo me queda fantasear con lo que creo que es y puede no ser. Incluso trato de ponerle colores a los olores que mi olfato percibe, pero no dejan de ser sueños imaginarios de una mente solitaria y sumida en una obscuridad llena de penumbra que aunque sueñe con colores no puede apreciarlos.
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viernes, 6 de octubre de 2017
HISTORIA DE UN MIEDO, por Rhodéa Blasón
Desorientada, fría, desnuda, contraída, esquiva, ...Tu caparazón me cubre pero no me proteje de mis sentimientos. Obscuridad, eco, tristeza, soledad, ...Pensé que era un sueño que desaparecería al despertar, pero permanezco aquí. Escondida, asustada, temblorosa, ...Mis ojos no dejan de mirar tu impenitente lengua que los hace mecerse de un lado a otro. Mareo, desamparo, exposición, ...Mi miedo y mi ceguera me impiden moverme y buscar la realidad. Quiero salir y ver la luz!! El inmenso peso de lo que me tapa me lo impide. Quién puede pensar que intenté escapar de la vida en el interior de una campana en el que entré a rastras. No sé que ocurrió, me despertaron los fuertes golpes de su badajo y vi que estaba apoyada en la piedra. Aquí moriré!!!
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