lunes, 28 de mayo de 2018

FOTOGRAFIA CON ALMA, por Rhodéa Blasón

 

                

                María José Arévalo Soler

                           (Popi Arévalo)          


    María José Arévalo Soler inaugura su exposición de fotografía el miércoles 30 de mayo, a las ocho de la tarde, en el Bar O Diaño de Pontevedra. Esta exhibición, que nace bajo el título de "No sé, pero yo quiero volar. ¿Y tú?" y que permanecerá abierta al público hasta el día 6 de junio, consta de nueve fotografías en las que la artista de la imagen pone de manifiesto su excelente y minuciosa sensibilidad con la cámara a la hora de mostrarnos imágenes de diferentes paisajes, en las que prima su percepción sublime de la Madre Naturaleza y de la inmensidad del mar en toda su embergadura.

     Cuando porta una cámara fotográfica, Popi Arévalo, percibe la belleza natural de todo lo que la rodea y es capaz de captar momentos llenos de belleza. Preguntada al respecto apunta:

     -Busco plasmar mis emociones y sentimientos a través de lo que más me gusta, que es el mar, las diferentes formas que crean las nubes y la Naturaleza en general. Intento conseguir sentirme libre y en calma conmigo misma. Aspiro a poder establecer una poesía visual que emocione a quien observe mis fotografías.

      Como buena artista polivalente, Popi Arévalo, utiliza diferentes técnicas creativas para expresarse y hacer Arte. Le fascina la acualela y trabaja en una constante simbiosis con el sonido y la poesía.

                             Popi Arévalo

Para contactar con Popi Arévalo:
                         
              popitasloira@gmail.com


domingo, 27 de mayo de 2018

VIVIR LA VIDA, por Rhodéa Blasón



     Necesito olvidarme de mi vida.
   
      ...pero quiero vivir, respirar y disfrutar de todo lo hermoso que puedo percibir a mi alrededor.

      El universo no hizo que el camino de mi vida fuera fácil en ningún momento y me embistió duro desde muy temprana edad. Pero creo que fui dotada por una fuerza superior que me enseñó a superar y a sobrevivir a las zancadillas del destino. ¡De mi destino! Y le pido que no me prive de alegrarme por cada segundo de aliento que me quede por inspirar.

       Yo, ingenua de mí, creí que la existencia podría ser mucho más llevadera, pero siempre he sufrido mucho, me he responsabilizado de otras personas y he adoptado roles que le venían muy grandes a una persona de mi edad.

      ¡Y eso marca!

       También hay quien no se cree lo que yo haya tenido que padecer porque piensa que todas las vidas son fáciles. ¡Pobres ingenuos! "Si la risa siempre viene por barrios".

      Pero creedme después de más de medio siglo de vida estoy aprendiendo a vivir, a soltar el lastre que tanto pesaba sobre mis hombros y a hacer caso omiso de cánticos irreales. Quien quiera estar conmigo debe hacerlo porque yo lo quiero y percibo lo mismo por parte de esas personas. Si no no me merece la pena perder un momento de mi libertad con ellos.

     Lo malo es que todos los quereres no son recíprocos, ni iguales, ni medibles, ni cuantificables. Por eso, hay tantos seres que abusan de quienes les quieren de verdad y otras tantas personas que se dejan dominar por seres engañosos y sin valores morales  y humanos.

viernes, 25 de mayo de 2018

"JUGADA DEL DESTINO", por Rhodéa Blasón

     


      Pedro vivía en la aldea con su abuela ciega y una hermana de ella de edad avanzada. La mujer le había criado tras perder a sus padres en un accidente cuando emigraban a Alemania en busca de un futuro mejor, para ellos y para él.

     La madre de su madre, a pesar de la falta del sentido de la visión, lo conocía tan bien que siempre le regañaba porque ningún trabajo le duraba demasiado tiempo. Realmente, a su nieto no le gustaba nada trabajar; hacía chapucillas para conseguir dinero inmediato, pero nada serio. En cambio, le gustaba vivir la juerga, emborracharse, las mujeres, ...e ir al casino de la ciudad con sus amigos algunos fines de semana. Pero ellos tenían dinero para jugar, mientras él miraba o sólo podía jugar una partida.

     Aquella semana había trabajado mucho en una empresa de carrocerías y había hecho horas extra. Por eso el viernes, cuando cobró, lo tuvo muy claro: "cogería un autobús e iría a jugar". Estaba seguro de que lo perdería todo pero su abuela le regañaría de una manera u otra así que no se lo pensó.

    No había muchos jugadores en el casino, pero no importaba. Se sentó y comenzó el juego. Al principio perdió, pero luego, un golpe de suerte hizo que ganase. ...y volviese a ganar. Al amanecer llegó a casa con un millón envuelto en un fajo de papeles de periódico. No cabía en sí de júbilo. Dejó el paquete sobre una de las sillas de la cocina y subió a cambiarse de ropa.

     Mientras, su abuela, que había madrugado para cocer pan en el horno del hogar, entraba de afuera con unos troncos para encender la cocina de leña. No veía, pero hacía todas las labores sin necesidad de ayuda. Introdujo dos troncos cruzados en el interior de la cocina y unas ramas en las que prendió fuego con una cerilla. Tenía que esperar un poco para ver si prendía y decidió sentarse a la mesa.

      Se levantó con rapidez y tocó con sus arrugadas manos para ver que era lo que había allí. Sintió el papel de periódico entre sus dedos y decidió echarlo al fogón. "Me ahorraré traer más ramas para que prenda el fuego".

     -¿Qué has hecho abuela?, gritó Pedro desde el umbral de la puerta asustando a su abuela

    -Encender la cocina, hijo, para caldear la casa y poder cocinar, -le respondió ella.-Anda ve a trabajar que hay mucho que hacer en los establos

     Pedro, como un niño obediente allí se dirigió, pero no a trabajar. Cogió la escopeta de caza y se levantó la tapa de los sesos con ella.

viernes, 4 de mayo de 2018

UNA NOCHE MAGICA, Rhodéa Blasón


   La noche siempre me sorprende con su magia y sus destellos iridiscentes del alumbrado público que crean con sus múltiples formas seres imaginarios con los que podemos soñar historias inesperadas.

    Gaspar, con su estoicismo, permanecía de pie como si estuviese plantado en el medio de la calle y amparado por la nocturnidad. Quería empapar sus sentidos de los aromas, sonidos, imágenes, ...que le transmitía la noche antes de que fuera demasiado tarde. Se había situado en la parte peatonal del paseo, sobre el suelo de madera, y admiraba la preciosidad de lo que percibía desde su sensibilidad noctívaga. En los bancos situados a su trasera había rondado y requebrado a la que con el pasar del tiempo sería su amada esposa; allí pasearon a sus hijos en las jornadas dominicales mientras fueron retoños, y allí acompañó a su gran amor en sus años de larga enfermedad mientras pudo salir de su hogar. Ahora, sin el brillar de su sonrisa, su vida no tenía sentido para él. Sus hijos habían formado sus propios hogares llenos de energía y actividad y él no quería ser un óbice para su existencia. Por eso, antes de salir de su casa, había degustado con pasión un café con leche en el que había echado, en vez de azúcar, un cóctel de pastillas que pronto harían su efecto.
    
     A la mañana siguiente, un matrimonio mayor que paseaban cogidos de la mano se encontraron a Gaspar sobre uno de los bancos del paseo en posición fetal. Pensaron que estaba dormido. Pero pronto se dieron cuenta de que su alma se había vuelto a unir a la de su idolatrada compañera durante aquella mágica.



   
    Foto del blog:  http://neogeminis.blogspot.com.es/2018/04/fotos-inspiradoras.html?m=1